«Yo creo en el Cardenal», se leía en los carteles en la cabeza de la manifestación. Cientos de pancartas demostraron el apoyo, cariño y confianza que los católicos de Guadalajara tienen por su pastor, constató el Semanario arquidiocesano de Guadalajara.
La marcha concluyó su recorrido en las puertas de la Iglesia Catedral. En la celebración eucarística, el purpurado afirmó que «no cesará su lucha por la verdad y la justicia» y agradeció el apoyo que los católicos le manifiestan en «estos tiempos difíciles».
Según los organizadores, miembros de la Comisión de Organismos Laicales de la arquidiócesis, dos fueron los objetivos de la marcha: «Expresar públicamente el apoyo incondicional a nuestro Pastor, Cardenal Juan Sandoval» y «dejar claro que, como Iglesia, los fieles laicos no renunciaremos a la exigencia de la verdad hasta que se llegue al esclarecimiento pleno del asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo».
«Consideramos que esta absurda demanda en contra de nuestro Pastor –declararon– es sólo un “estrategia de distracción” para desviar la atención de la valiente defensa que hace el Cardenal Sandoval para conocer la verdad en el crimen de su antecesor».
Por ello, demandan a las autoridades de la Procuraduría General de la República absoluta imparcialidad, objetividad y respeto a la Ley. «¡No hay que fabricar culpables al gusto, ni exculpar a los verdaderos delincuentes!», expresaron.
Por su parte, el arzobispo Sandoval Íñiguez y el resto de los involucrados en la investigación por lavado de dinero que ha puesto en marcha la Procuraduría General de la República (PGR) en su contra, presentaron recientemente una queja por posibles violaciones de sus garantías ante el alto comisionado de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas.
De igual forma, el purpurado ha presentado otra queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por presuntas violaciones de sus garantías individuales derivadas de dicha investigación. La queja ha sido admitida por la oficialía de partes de la CNDH como corresponde a cualquier ciudadano mexicano.