JARTUM, 30 septiembre 2003 (ZENIT.org).- «Profundamente conmovido» por la decisión del Santo Padre y «casi sin palabras»: así se mostró el arzobispo de Jartum, monseñor Gabriel Zubeir Wako, tras el anuncio oficial del pasado domingo de su nombramiento como el primer cardenal de la historia de Sudán.
Será el próximo 21 de octubre cuando se celebre el noveno consistorio del pontificado de Juan Pablo II. Ese día, creará 31 nuevos cardenales, entre ellos el prelado de origen africano.
El nombre del arzobispo de la capital de Sudán –país donde los cristianos padecen desde hace años la guerra civil y campañas de islamización– fue una de las grandes sorpresas de la lista de nuevos purpurados.
En cierto sentido, monseñor Zubeir Wako sucede a monseñor Daniel Comboni (1831-1881), obispo vicario apostólico de África Central que vivió en Jartum y cuya canonización presidirá el Santo Padre el próximo domingo.
Tras su designación, monseñor Zubeir Wako dio gracias «al Señor por los grandes dones de los que le ha hecho participar en su vida», reconoció en declaraciones distribuidas por la agencia misionera Misna.
«El Señor ha hecho grandes cosas en la vida de mi pueblo y estoy seguro de que seguirá realizando prodigios, también a través de la intercesión de monseñor Comboni», añadió.
El prelado sudanés invitó finalmente a orar por la paz en Sudán, cuyo conflicto de veinte años se ha cobrado la vida de más de dos millones de personas.
El futuro cardenal de 62 años nació en Mboro, diócesis de Wau (Sudán). Fue ordenado sacerdote en 1963 y consagrado obispo en 1975 de esa misma diócesis. En 1979 fue nombrado obispo coadjutor de Jartum, tomando posesión de la sede en 1981.
La diócesis de Jartum tiene 20 millones de habitantes, en su mayoría musulmanes, de los cuales casi un millón son católicos, que no cuentan más que con 28 parroquias.
Están atendidos por 71 sacerdotes diocesanos, 48 sacerdotes religiosos, 4 diáconos permanentes, 81 religiosos no sacerdotes, 150 religiosas, 455 centros educativos, y 33 centros de beneficencia.
