A través de la música, un franciscano tiende puentes en Tierra Santa

En el «Magnificat Institute for Music» se enseña y se aprende sin distinción de raza o credo

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JERUSALÉN, miércoles, 11 febrero 2004 (ZENIT.org).- Presente en Tierra Santa desde hace más de quince años, el franciscano Armando Pierucci ha logrado, con la enseñanza de la música y la puesta en marcha del «Magnificat Institute for Music», un lugar donde estudiantes y alumnos de la más variada procedencia saben trabajar juntos.

Dejando atrás el Conservatorio italiano de Pesaro, Fr. Armando Pierucci viajó a Tierra Santa en 1988 como músico. Desde el inicio de esta misión, comprendió que no bastaba con animar las liturgias en los santuarios, sino que era necesario enseñar música para asegurar la continuidad.

«Invité a algunos muchachos. Cuando sabían un poco más, les decía: “Ahora comenzad a acompañar los cantos en la iglesia”. No se podía hacer nada: o les daba vergüenza o eran de diferentes confesiones cristianas. Alguno simplemente decía: “Ahora tengo 14 años; soy mayor. Debo pensar en mi futuro”. Y dejaban de estudiar», explica en el boletín mensual franciscano «Fraternitas».

De ahí nació la idea de abrir una escuela de música, que inició su actividad en 1995 y se llamó «Instituto Magnificat».

Al principio enseñaban Fr. Armando Pierucci y dos profesores palestinos; en los años siguientes, con el aumento del número de alumnos, se admitieron también profesores hebreos. «Nunca tuvimos problemas de animosidad racial –afirma el religioso–; la música nos une».

Actualmente el Instituto cuenta con 16 profesores y 180 estudiantes de diversa procedencia: hebreos, árabes, rumanos, franceses, armenios, musulmanes, católicos, luteranos, anglicanos, ortodoxos y sirios.

Cuando hay exámenes, al terminar, la profesora hebrea abraza a sus alumnos palestinos y les ofrece dulces y chocolates; los alumnos llevan flores a sus profesores hebreos.

Y es que el «Magnificat Institute for Music» no es sólo una escuela, sino un lugar y una manera de estar juntos, trabajar, hacer música y quererse: «Juntos hemos construido una bomba de música y de paz y la hemos hecho estallar en Jerusalén», reconoce Fr. Armando Pierucci.

Además, desde julio de 2003, está en vigor un acuerdo con el Conservatorio italiano de Vicenza que permite a los alumnos del «Magnificat» hacer el examen final en Vicenza y obtener el diploma equivalente al de los conservatorios italianos.

Para sostener la actividad del «Magnificat Institute for Music», Fr. Armando Pierucci ha lanzado el CD «Via Crucis», cuyo texto está inspirado en el poema homónimo de Regina Derieva, poetisa rusa de origen hebreo convertida al cristianismo. Se puede solicitar más información sobre el CD a Fr. Lorenzo Bufarini, Conv. S. Giovanni Battista, Pesaro (Italia); teléfono +39.0721.31378; e-mail ciropesaro@tin.it .

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ZENIT Staff

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