Así se desprende del texto, dedicado «a la patria y a los valores» --difundido en la página web del patriarcado www.bkerke.org.lb--, en el que el patriarca maronita invita a los libaneses a una «clara cooperación caracterizada por la transparencia.

El cardenal Sfeir saca a la luz los problemas que afectan a la clase gobernante en Líbano, entre ellos corrupción, nepotismo e imposibilidad de tomar decisiones libres (alude a la ocupación siria, ndr.). Para salvar la convivencia en un sistema democrático –dice el patriarca— el pueblo debe tener derecho a «pedir explicaciones a sus propios gobernantes».

Pero una de las circunstancias más dolorosas de la actual situación social en Líbano es la instrucción y preparación de las generaciones futuras, constata el cardenal Sfeir.

En efecto, cada vez está más difundida la droga, el alcoholismo, el juego, que hacen especialmente difícil para las familias la opción de una educación libre en un contexto sin estas influencias, que siempre fue uno de los puntos fuertes de la sociedad libanesa.

En su mensaje, el patriarca maronita Sfeir pone en guardia además ante el intento de islamización de la educación pública y privada, permitiendo operar en Líbano a la ISESCO --una especie de UNESCO islámica: «Islamic Educational, Scientific and Cultural Organization»--.

Se trata --denuncia-- «de una amenaza que afecta no sólo a las escuelas, sino a la cultura libanesa en su conjunto».

Y es que promover la educación islámica como un ideal absoluto para las escuelas en el país significa ignorar el hecho de que «(en Líbano) hay dos religiones, dos culturas y dos civilizaciones, el Cristianismo y el Islam, pero que juntas forman un solo pueblo», advierte.

En su homilía del domingo pasado en Bkerke, el patriarca maronita denunció igualmente en la sociedad libanesa actual la supresión de la clase media, hecho que él atribuye al fracaso de las políticas del gobierno tras la guerra, según apunta «Asianews».

«Nos produce gran dolor --reconoció-- que la clase media haya dejado de existir, dejando paso a una gran mayoría hambrienta y a una pequeña minoría supernutrida».