MADRID, jueves, 11 marzo 2004 (ZENIT.org).- Publicamos a continuación el texto íntegro de la declaración difundida por la Conferencia Episcopal Española ante los atentados perpetrados este jueves en Madrid, en los que han perdido la vida no menos de 175 personas y han resultado heridas casi 900.
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Nota del Comité Ejecutivo
de la Conferencia Episcopal Española
Declaración ante los atentados de ETA en Madrid
del día de hoy, 11 de marzo de 2004
Madrid, 11 de marzo de 2004
La organización terrorista ETA ha perpetrado hoy en Madrid el atentado más alevoso y sangriento de su ya larga historia de terror criminal. Deseamos ante todo, en nombre de los Obispos miembros de la Conferencia Episcopal Española, expresar a los familiares de las víctimas mortales y de los heridos nuestra cercanía espiritual. Pedimos a todos los sacerdotes que, en cuanto sea posible, mañana y el próximo domingo ofrezcan sufragios por el eterno descanso de los difuntos y que se ore al Dios de todo consuelo para que dé fortaleza y esperanza a los heridos y a sus familias.
ETA es una organización intrínsecamente perversa, cuyas raíces se hallan en un tipo de nacionalismo totalitario e idolátrico. Pocos días antes de que los españoles acudan a votar el próximo día 14, los terroristas han querido hacer publicidad de sus fines políticos, que juzgan superiores a la vida de las personas y al Estado de derecho. ETA considera un valor absoluto la independencia política del País Vasco y para conseguir este fin no ha cesado de menospreciar y pisotear las bases mismas sobre las que se sustenta el bien común y la paz, es decir, el respeto a los derechos humanos, ante todo, al derecho a la vida.
«Nunca puede existir razón moral alguna para el terrorismo” [1] . No debe haber duda ni vacilación ninguna a este respecto. Por tanto, no es moralmente posible el trato político con ETA, ni directo ni indirecto.
En este día tan triste para tantas personas, afectadas en su propia carne o la de sus familiares por la violencia inhumana del terrorismo, hemos de recordar también que «reaccionar con odio indiscriminado frente a los crímenes de ETA, en la medida en que divide a la sociedad en bandos enfrentados e irreconciliables, es favorecer los fines de los terroristas, aceptar sus tesis del conflicto irremediable, preparar y facilitar la aceptación y el reconocimiento de las pretensiones rupturistas» [2]
Es el momento de redoblar la colaboración con las autoridades competentes en la lucha contra el terrorismo. Todos estamos obligados a ello. Es el momento de la caridad y de la solidaridad con la víctimas. Los católicos queremos prestarles nuestra ayuda en todo lo que esté a nuestro alcance. Exhortamos a todas la comunidades cristianas a estar muy cerca de quienes sufren las consecuencias de este atentado feroz.
Que María, la Reina de la Paz, interceda por nosotros.
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[1] Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, Instrucción Pastoral Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias (noviembre de 2002) n1 14.
[2] Instr. Past. Valoración moral del terrorismo…, n 1 21.