ANKARA, jueves, 24 junio 2004 (ZENIT.org).- El pasado lunes, por primera vez en la historia de la República de Turquía, el primer ministro Recep Tayyip Erdogan recibió a obispos católicos de varios ritos presentes en el país: latinos, armenios, caldeos y siro-católicos.

Los prelados tuvieron oportunidad de explicar la identidad y la misión de la Iglesia católica, de hablar de sus comunidades y de exponer las dificultades que enfrentan, confirma la agencia «Fides» de la Congregación para la Evangelización de los pueblos.

Igualmente los obispos solicitaron al primer ministro y al gobierno que adopte medidas para armonizar las leyes de Turquía con las exigencias de la Unión Europea, en la que desea entrar la nación.

Pudieron exponer también los prelados en un clima de cordialidad los problemas y las preocupaciones de los cristianos en Turquía, e hicieron una explícita petición del reconocimiento jurídico oficial de la Iglesia católica en Turquía.

En este contexto entregaron a Recep Tayyip Erdogan un memorándum en el que se solicita la institución de una comisión bilateral para afrontar de modo profundo la cuestión del status jurídico de la Iglesia católica.

Hay gran optimismo en la comunidad católica turca después de lo que se considera como «un acontecimiento decisivo» en la vida de la Iglesia en el país.

Monseñor Georges Marovitch --portavoz de la Conferencia Episcopal turca--, que estuvo presente en el encuentro, subrayó que la cita había sido solicitada hace algunos meses y que la audiencia concedida por el primer ministro es ya muy significativa.

«El primer ministro nos ha pedido que ayudemos al proceso de integración de Turquía en la Unión Europea», manifestó a «Fides».

«Hemos contestado que ya estamos trabajando en tal sentido desde hace algunos años: un testimonio de ello es que nuestra Conferencia Episcopal, por petición explícita nuestra, forma parte del Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE). Un hecho del que Erdogan se ha alegrado», reconoció monseñor Marovitch.

«Ahora esperamos la formación de la Comisión bilateral, que podría facilitar mucho nuestro trabajo --añadió--. Mientras tanto el primer ministro también ha anunciado un decreto que reconoce a los padres Asuncionistas, como congregación religiosa, el uso de los bienes inmuebles confiscados en el pasado. Una señal muy positiva que nos infunde gran esperanza para el futuro».

De 66 millones de habitantes, el 98% de la población turca es musulmana; los cristianos representan el 0,6%. Hay en Turquía cristianos ortodoxos, cuya cabeza es el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, y comunidades católicas de rito latino, armenio, siro-católico, bizantino, maronita y caldeo. De todas formas muchos cristianos viven en el anonimato; de hecho los cristianos no pueden acceder al Parlamento ni a la carrera militar.