CIUDAD DEL VATICANO, martes, 22 junio 2004 (ZENIT.org).- El próximo martes 29 de junio, con ocasión de la solemnidad de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, Juan Pablo II presidirá la Eucaristía a las 18.00 horas en el sagrado de la Basílica Vaticana, en la Plaza San Pedro, en la que participará el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I.

El Papa acogerá al Patriarca Ecuménico a las 17.45 horas en el interior de la Basílica. Juntos pronunciarán la homilía y rezarán la profesión de fe, según ha confirmado este martes una nota de la Oficina de Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.

Ya es una tradición consolidada que, con ocasión de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, patronos de Roma, esté presente en la Santa Misa una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. En esta ocasión, participará personalmente Bartolomé I, considerado como «primus inter pares» de la ortodoxia.

De hecho, el intercambio recíproco de delegaciones por la fiesta de San Andrés en Constantinopla y por la de los Santos Pedro y Pablo en Roma se ha convertido, con el paso del tiempo, en un «signo elocuente de nuestro empeño orientado a alcanzar la plena unidad», constató el Papa el año pasado en esta celebración.

El martes que viene, la celebración tendrá lugar cuarenta años después del histórico abrazo que intercambiaron el Papa Pablo VI y el patriarca ecuménico Atenágoras I en Jerusalén en enero de 1964.

«El acontecimiento constituye un nuevo evento de gracia en el camino recorrido a consecuencia del Concilio Vaticano II “para el reacercamiento entre la Iglesia de Oriente y la Iglesia de Occidente y el restablecimiento de la unidad que existía entre ellas en el primer milenio”», apunta la Oficina de Celebraciones Litúrgicas.

Concelebrarán ese día con el Santo Padre los nuevos arzobispos metropolitanos, a los que el pontífice impondrá el palio.

La Iglesia en México estudia excomulgar a los secuestradores

MÉXICO, martes, 22 junio 2004 (ZENIT.org).- En medio de una fuerte presión social que se formalizará en la marcha contra la violencia y la delincuencia del próximo domingo 27 de junio en la capital del país, voces diversas de la Iglesia católica mexicana se han levantado en los últimos días para exigir a autoridades y medios de comunicación pongan un freno a la escalada de secuestros e inseguridad que vive el país.