CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 9 junio 2004 (ZENIT.org).- El diario oficioso de la Santa Sede considera que con la aprobación por unanimidad de la nueva resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas «se ha abierto un nuevo capítulo en la historia de Irak».

Un artículo de portada de la edición diaria italiana de este jueves de «L'Osservatore Romano» considera que esta decisión «tiene un significado particular, pues en el nuevo, positivo, escenario que se está configurando en Irak, destaca el papel de la ONU».

«En esta circunstancia histórica, en conformidad con la naturaleza de su misión, el organismo se ha impuesto como lugar imprescindible en el que se elabora --aunque sea con divergencias y reservas-- una adecuada estrategia política y diplomática para afrontar con éxito la compleja cuestión iraquí».

El diario cita el mensaje de Juan Pablo II para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, en la que auspicia que la ONU «se eleve cada vez más de la fría condición de institución de tipo administrativo a la de ser centro moral, en el que todas las naciones del mundo se sientan en su casa, desarrollando la conciencia común de ser, por así decir, una "familia de naciones"».

«La intensa, pero al mismo tiempo abierta y constructiva confrontación que se desarrolló en el Palacio de Cristal [en referencia a la sede de la ONU en Nueva York] entre las diferentes partes en causa que ha caracterizado el largo camino de aprobación de la resolución (se han redactado cinco borradores) ha servido para confirmar la importante función de la ONU», añade «L'Osservatore Romano».

«Un organismo fundamental de referencia al que se le pide una contribución decisiva para dirimir la crisis internacional, superando divisiones e intereses particulares, y promoviendo el respeto de la persona humana, la libertad de los pueblos, el valor de la paz», concluye.

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este martes por unanimidad la resolución de Estados Unidos y Reino Unido sobre el futuro de Irak, dando formalmente a Bagdad la soberanía cuando termine la ocupación el 30 de junio.

La resolución tiene como objetivo ordenar el traspaso de poder de los iraquíes, detallando las etapas que conducirán a la realización de elecciones de aquí a enero de 2005 y las condiciones en las que permanecerán en el país las tropas de la coalición.

En la noche del lunes, Washington y Londres enmendaron de nuevo su proyecto de resolución e incluyeron un elemento para garantizar el apoyo de Francia. La versión nueva estipula que la fuerza multinacional liderada por Estados Unidos y el Gobierno iraquí cooperarán en materia de seguridad, «incluidas las medidas con respecto a operaciones ofensivas delicadas».

La enmienda no concede derecho de veto al poder iraquí sobre estas cuestiones, como propusieron los franceses el domingo pasado, sí responde en parte a la preocupación de Francia, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo junto con Estados Unidos, Reino Unido, China y Rusia, miembros con derecho de veto.