ROMA, martes, 29 junio 2004 (ZENIT.org).- «El sentido de la paternidad está hoy en crisis profunda», reconoce el profesor Xavier Lacroix, autor de ensayos sobre la paternidad y profesor en la Universidad Católica de Lyón.
Lacroix constató en el Simposio Europeo de Docentes que tuvo lugar en la Universidad Pontificia Lateranense de Roma el fin de semana pasado que «el vínculo entre padre e hijos se ha debilitado, sobre todo por la fragilidad del vínculo conyugal».
En Francia, en caso de divorcio, «nueve de cada diez hijos son confiados a la madre y el padre abandona o debe abandonar el hogar», refirió.
Las causas de la falta de un modelo de figura paterna son tres, según este académico: «el rechazo del modelo patriarcal impulsado por el pensamiento democrático y la militancia feminista», «la división de papeles entre hombres y mujeres» y «la correlación entre paternidad y autoridad».
Xavier Lacroix afirmó que «existe una correlación entre el sentido de la paternidad y el sentido religioso de la existencia». En su opinión, el vínculo paterno es el de una «esencia invisible».
«A diferencia de la maternidad, claramente carnal, la paternidad pasa irreduciblemente por la mediación de la palabra: palabra en el matrimonio o de reconocimiento del hijo». De este modo, «se da una afinidad particular entre paternidad y palabra, al igual que entre paternidad y confianza».
En cualquier caso, la paternidad no se realiza sólo en el marco familiar, advirtió este especialista: «el padre descubrirá su identidad de padre en relación con otros padres», afirmó.
«Es importante para el hijo descubrir en su entorno una constelación paterna», añadió.
Para finalizar, el profesor sugirió que hay una relación especial entre «paternidad y esperanza», citando al biblista Paul Beauchamp, quien dijo: «Engendrar es hacer el acto de esperanza más radical».