MADRID, lunes, 11 octubre 2004 (ZENIT.org–Veritas).- Más de 500 personas de distintas nacionalidades se congregaron este fin de semana en Madrid en el I Congreso Internacional sobre la figura y carisma del padre Tomás Morales SI, fundador de las Cruzadas y Cruzados de Santa María, así como de la Asociación familiar Hogares de Santa María.
Desde Alemania, Suiza, Irlanda, Italia, Australia, Estados Unidos, Perú, Colombia, Chile, México y distintas provincias de España los participantes se congregaron para conocer y al tiempo mostrar las realidades que se viven hoy a la luz del carisma legado de este sacerdote.
El Congreso tuvo como antesala la presentación el viernes 8 del nuevo libro dedicado a su persona por el periodista Miguel Ángel Velasco, director del semanario «Alfa y Omega».
El sábado 8, inauguró el Congreso el arzobispo de Toledo, monseñor Antonio Cañizares, que conoció personalmente al padre Morales durante sus años como obispo de Ávila. «Soy testigo del impacto que me produjo», atestiguó al comienzo de su exposición.
«Recuerdo que en aquella primera entrevista –siguió diciendo el arzobispo–, me llamó la atención su discernimiento. Me dio luz para afrontar lo que vivíamos en aquellos momentos –se refiere a 1992–, y se adelantaba a lo que vivimos hoy, en 2004».
Continuó refiriéndose a determinados aspectos del padre Morales como la sabiduría de la cruz, su identificación con Cristo o su coherencia: «vivió como pensó y pensó como vivió» y eso le llevó a ser un «verdadero maestro».
Terminó aludiendo a la necesidad de santos en la Iglesia: «Estamos en medio de una gran tormenta y es necesario que no nos perdamos en lo accidental, que vayamos a lo fundamental; que seamos santos».
Posteriormente, en la mesa redonda titulada «Vigencia y presencia de un carisma», Santiago Arellano, Catedrático de Literatura de Enseñanza Secundaria, resaltó la necesidad de la educación del carácter y una verdadera vida interior del laico, como subrayaba el padre Morales.
«Ser bautizado –insistió el profesor Arellano– no es sólo un cumplimiento formal de las cosas de Dios».
Gerardo Rocha, presidente de la Universidad Santo Tomás de Chile, ofreció su testimonio de empresario y cristiano: «yo necesito cuatro horas mínimo de oración, y algunos amigos míos me dicen que es una locura, pero sin esto no podría responder a mis responsabilidades».
El director General de Educación de la Rioja, Juan Antonio Gómez Trinidad,
formado en este carisma desde sus diez años, aseguró que sin dicha formación
no podría responder a las exigencias de su cargo.
De igual forma apuntó la necesidad de centrarse en la formación de los laicos como respuesta más eficaz a los problemas sociales: «Una reforma legal no soluciona muchas cosas. Lo que nos tiene que preocupar es generar un cuerpo de educadores».
También aseguró que si esto se hubiera hecho en años precedentes el laicado de hoy podría responder a los retos que le está marcando la sociedad.
Del carisma del padre Morales han surgido varias obras. Algunas consolidadas en vida del fundador como los Institutos Seculares Cruzadas y Cruzados de Santa María y la Asociación familiar Hogares de Santa María.
Pero en este Congreso se han mostrado algunas realidades que confirman que el legado del padre Morales arraiga en otras culturas. Entre ellos, el Instituto de la Familia Berit nacido en España y que ya está presente en América y Europa central; la fraternidad sacerdotal en Alemania, país de mayoría protestante; la puesta en práctica de una pastoral universitaria en Lima con el estilo pedagógico del padre Morales y nuevas fundaciones de los Institutos en otros países.
Además de los Directores Generales de los movimientos fundados por el padre Morales, participaron en el Congreso el biógrafo del padre Morales, Javier del Hoyo; la postuladora de la Causa de Canonización, Maria Victoria Hernández; el secretario del Consejo Pontificio para los Laicos, Guzmán Carriquiri, entre otros.
Para concluir el Congreso estaba prevista una Eucaristía celebrada por el Cardenal de Madrid Antonio Rouco, quien, debido a su repentina intervención quirúrgica, delegó en su obispo auxiliar don Eugenio Romero Pose.
Éste se refirió en la homilía al siervo de Dios Tomás Morales calificándolo de «mediador concreto para nuestra sociedad»: «El padre Morales es un apóstol al estilo de san Pablo que predicó al Cristo resucitado y también al crucificado».
En la conferencia de clausura del Congreso, la Directora General de las Cruzadas de Santa María anunció el cierre de la fase diocesana del proceso de Canonización del padre Morales iniciado en Madrid el 24 de junio de 2000.