NUEVA YORK, jueves, 10 marzo 2005 (ZENIT.org).- Charles Townes, el Premio Nobel de Física 1964, ha recibido el Premio Templeton 2005 por promover la convergencia entre ciencia y religión.
El Premio, valorado en más de 1.5 millones de dólares, fue anunciado este miércoles por la Fundación Templeton en una rueda de prensa concedida en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York.
Charles Townes, profesor emérito de la Universidad de Berkeley (California), es miembro de la Academia Pontificia de las Ciencias, cuyo nombramiento depende en último término del Papa.
En declaraciones a «Radio Vaticano», Townes ha reconocido que cuando ganó el Premio Nobel recibió críticas de científicos por su interés por la religión, pero considera que ahora en este ambiente se da un mayor interés por una «visión religiosa».
«Mi religiosidad es algo totalmente natural y personal, y casi no hubiera querido que se supiera, pero alguno me pidió que hablara precisamente porque hay pocos científicos que van a la Iglesia», añade.
La labor de Townes, nacido en 1915 en Estados Unidos, destaca sobre todo por la invención del amplificador de microondas, conocido como máser, y por los vanguardistas estudios acerca del máser óptico o láser. <br>
En los últimos años ha centrado su atención en la astrofísica.
En 1966, publicó «La convergencia de ciencia y religión» («The Convergence of Science and Religion»), un artículo en el que expuso la manera en que él concibe la relación entre religión y ciencia.
Townes reconoce que la ciencia no puede estudiarlo todo. «No lo entendemos todos y podemos ver que, en la misma ciencia, hay muchas inconsistencias. Tenemos que aceptar que no entendemos».
Explicando la contradicción de algunos científicos, añade, «la ciencia tiene fe. Hace postulados. No podemos demostrar estos postulados, pero tenemos fe en ellos».