Un mapamundi estadounidense de los derechos humanos

Informe anual del departamento de estado

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WASHINGTON, 12 marzo 2005 (ZENIT.org).- El departamento de estado de Estados Unidos publicaba el 28 de febrero su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo. Un artículo de Associated Press el mismo día observaba que el informe aparece después de que Estados Unidos mismo haya sido ampliamente criticado por la situación de los derechos humanos en la prisión de Abu Ghraib en Irak y en el centro de detención de la Bahía de Guantánamo, Cuba.

«Los acontecimiento en Abu Ghraib fueron una mancha en el honor de los Estados Unidos. No hay nada que lo excuse», admitía Michael Kozak, secretario adjunto de derechos humanos, durante la presentación del informe.

Como de costumbre, China rechazó las críticas sobre su falta de respeto de los derechos humanos, informó Reuters al día siguiente. «Expresamos nuestro profundo descontento y al mismo tiempo la más resuelta oposición a las críticas a China sin razón alguna», dijo en una rueda de prensa el portavoz del ministerio de asuntos exteriores chino, Liu Jianchao. Liu afirmó que Estados Unidos haría mejor en centrarse en sus propios abusos de derechos humanos, en vez de interferir en los de otros países.

El departamento de estado de Estados Unidos reconocía el significativo progreso económico de China, pero criticaba su pobre expediente en derechos humanos, criticando al gobierno por «su numerosos y graves abusos». Los problemas incluyen muertes extrajudiciales; tortura y maltrato de prisioneros, lo que conduce a numerosas muertes en custodia; confesiones forzadas; y arrestos y detenciones arbitrarias. Asimismo, el informe indicaba que la judicatura no es independiente y que falta el debido proceso.

Se estima que entre 500 y 600 individuos están sufriendo condenas por el crimen de contrarrevolución, actualmente revocado, afirmaba el informe. Y según las mismas organizaciones no gubernamentales (ONGs), hay todavía cerca de 250 personas en prisión por actividades políticas relacionadas con las demostraciones de Tiananmen en 1989.

En cuanto a la libertad de expresión, el informe observaba que China ha bloqueado muchas páginas webs y supervisado los mensajes de texto enviados por teléfonos móviles. El sistema de control de internet del país emplea a más de 30.000 personas, según el departamento de estado de Estados Unidos.

Corea y Vietnam
Corea del Norte también recibe duras críticas, con un expediente en derechos humanos que se describe como «extremadamente pobre». Las condiciones en prisión son duras, y la tortura es común. Se ha informado de que se obliga a las internas embarazadas a someterse a abortos, «y se ha informado que en otros casos los bebés son asesinados en prisión al nacer».

En general, el gobierno restringe la libertad de religión, el movimiento de ciudadanos, y los derechos laborales. Además, el pasado abril, la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidos pidió una cita para el Ponente Especial Vitit Muntarbhorn en orden a examinar las condiciones de los derechos humanos en el país, pero no se le permitió la visita al país.

Vietnam también fue criticado por sus «graves abusos» en derechos humanos. Se golpea a los prisioneros, se restringen las libertades de expresión y asamblea, junto con esfuerzos crecientes en supervisar y controlar la utilización de internet por parte de los ciudadanos, han sido algunos de los problemas observados. Las autoridades siguen deteniendo a presos políticos y religiosos y el gobierno prohíbe la existencia de organizaciones independientes en los campos político y social.

La miasma de Oriente Medio
Muchos países de Oriente Medio siguen teniendo un pobre expediente en derechos humanos, según el Departamento de Estado. En Arabia Saudita es todavía imposible el cambio de gobierno, y las fuerzas de seguridad siguen arrestando a personas de modo arbitrario, manteniéndolas incomunicadas.

Además, la mayoría de los juicios son a puerta cerrada y los demandados se presentan normalmente ante los jueces sin asesoría legal. El gobierno también sigue restringiendo las libertades de expresión y prensa, de asamblea, de asociación, de religión y de movimiento. La discriminación de las mujeres y de las minorías étnicas y religiosas es otra área problemática mencionada en el informe.

En Irak la situación es difícil debido a la continuación del conflicto. El departamento de estado comentaba en el informe que el gobierno interino irakí «ha respetado en general los derechos humanos, pero permanecen graves problemas». Los problemas incluyen informaciones de matanzas arbitrarias y (en una referencia que los críticos a los fallos de Estados Unidos pueden encontrar irónica) tortura y duras condiciones carcelarias.

En Irán, «ha empeorado el pobre expediente en derechos humanos del gobierno, y ha continuado cometiendo numerosos y graves abusos». Ejecuciones sumarias, tortura, castigos como amputaciones, restricciones de la libertad de expresión y asamblea, están entre los problemas citados en el informe.

El departamento de estado también comentaba que, en la lucha política entre los «elementos de la línea dura» y las fuerzas reformadoras, el Consejo Guardián dictaminó que cerca de 2.500 de los más de 8.000 candidatos presentados no serían elegibles en las elecciones nacionales del año pasado. Entre los excluidos estaban 85 diputados reformistas del parlamento.

La situación en Egipto sigue siendo pobre, indicaba el informe. Los problemas citados incluyen falta de libertad política, la utilización de tribunales militares, la tortura de prisioneros y las restricciones de prensa.

Israel también recibió críticas, aunque el informe de Estados Unidos afirma que el gobierno «respeta en general los derechos humanos de sus ciudadanos». No obstante, existen problemas sobre el trato a los detenidos palestinos: «miles de personas» fueron detenidas el año pasado con el argumento de la seguridad, sin que se hubieran presentado cargos.

El expediente de Rusia
El departamento de estado criticó las prácticas de Rusia en cuanto a derechos humanos el año pasado, calificándolas de «pobres». Fue particularmente criticada la situación en Chechenia, «donde ambas partes han demostrado poco respeto por los derechos humanos básicos».

Otros problemas en Rusia incluyen abusos de las fuerzas de seguridad, duras condiciones carcelarias, y un debilitamiento de la libertad de expresión y de la independencia de los medios de los medios de comunicación. El gobierno también restringe las actividades de las ONGs.

Los problemas continúan infestando a las repúblicas ex soviéticas. Según el informe, Bielorrusia todavía comete graves abusos. Los partidos políticos están sujetos a presiones y el gobierno ha rechazado investigar las desapariciones de figuras de la oposición. También se han cerrado la mayoría de las ONGs importantes.

Turkmenistán era descrito como «un estado autoritario de un único partido dominado por el presidente vitalicio, Saparmurat Niyazov». El expediente de derechos humanos del país «sigue siendo extremadamente pobre». También se criticaba a Kazajstán por su pobre situación, con numerosos abusos de derechos humanos.

Tayikistán y Uzbekistán han sido citados por llevar a cabo mejoras en algunas áreas pero, en general, su situación sigue siendo pobre, con una carencia de libertades políticas básicas. Asimismo se considera pobre el expediente de derechos de Ucrania. Una nota brillante ha sido el dictamen del Tribunal Supremo invalidando las elecciones presidenciales del 21 de noviembre. El candidato de la oposición, Viktor Yushchenko, ganó la repetición de las elecciones el 26 de diciembre.

Siempre Fidel
En el hemisferio occidental, la Cuba de Fidel Castro, como de costumbre, recibe críticas, acusada de «numerosos y graves abusos» de derechos humanos. Arresto
s de activistas de derechos humanos, abusos de las fuerzas de seguridad y la negación de las libertades básicas de expresión están entre los problemas especificados en el informe.

Venezuela también tiene una pobre situación de derechos humanos, observaba el departamento de estado. Entre los problemas destacados estaba una ley de mayo pasado que aumenta el número de jueces del Tribunal Supremo, junto con el retiro forzado de otros. También se mencionan restricciones a los medios de comunicación y asesinatos ilegales de las fuerzas de seguridad.

En Colombia, los traficantes de droga y las poderosas organizaciones guerrilleras hacen que la situación sea difícil. Las fuerzas de seguridad todavía cometen graves abusos y las condiciones en las cárceles son duras, afirmaba el informe de Estados Unidos. La judicatura también está minada por la corrupción y la intimidación. No obstante, se ve que las prácticas del gobierno han mejorado en algunas áreas. Un informe con luces y sombras, pero con algunos signos de esperanza.

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ZENIT Staff

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