CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 13 marzo 2005 (ZENIT.org).- La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha revelado el nombre de los cardenales que presidirán en delegación de Juan Pablo II y por nombramiento suyo la asamblea del próximo Sínodo de los Obispos del mundo, así como el del relator y el del secretario.
El Sínodo, que tiene por tema «la Eucaristía, fuente y culmen de la vida y de la misión de la Iglesia», se celebrará del 2 al 29 de octubre de 2005 en el Vaticano y será el broche de oro del año que el Papa ha querido dedicar a este sacramento. (L’Eucaristia: fonte e culmine della vita e della missione della Chiesa)
Los presidentes delegados serán el cardenal nigeriano Francis Arinze, prefecto de la Congregación para el Culto Divino; el cardenal mexicano Juan Sandoval Iñiguez, arzobispo de Guadalajara; y el cardenal indio Telesphore Placidus Toppo, arzobispo de Ranchi.
Según la metodología del Sínodo, los cardenales se turnan en la presidencia de la asamblea aunque esté presente el Papa.
El relator general será el cardenal Angelo Scola, patriarca de Venecia, según reveló la Santa Sede este sábado.
El secretario especial nombrado por el Papa es monseñor Roland Minnerath, arzobispo de Dijon (Francia).
Al relator general del Sínodo le corresponde sintetizar los puntos convergentes surgidos de la primera fase sinodal –las intervenciones de sus participantes– para ser discutidos en la segunda fase, durante la cual todos los padres sinodales se dividen en pequeños grupos.
En la tercera fase el relator general y el secretario especial recogen en diferentes fases la lista de propuestas que votan los padres sinodales, y que al final del Sínodo son entregadas al Papa.
Estas propuestas constituyen la base para la redacción de la exhortación apostólica que el pontífice escribe como conclusión de los sínodos.
El secretario general del Sínodo de los Obispos, cargo permanente, es desde febrero de 2004 el arzobispo croata Nikola Eterovic, quien sustituyó al recientemente fallecido cardenal belga Jan Pieter Schotte. A él le corresponde la tarea de preparación de la asamblea.
El Sínodo de los Obispos es una institución permanente, creada por el Papa Pablo VI (15 de septiembre de 1965), en respuesta a los deseos de los Padres del Concilio Vaticano II para mantener vivo el espíritu de colegialidad nacido de la experiencia conciliar.
En la página web de la Santa Sede pueden consultarse las «Orientaciones» o «Lineamenta» a las que las diócesis del mundo han respondido para la redacción del «Documento de trabajo» («Instrumentum laboris») del Sínodo sobre la Eucaristía que ahora se está redactando.
La última asamblea general del Sínodo había tenido lugar del 26 de septiembre al 25 de octubre de 2001 sobre la figura del obispo. Concluía una serie de asambleas sinodales sobre las diferentes vocaciones y estados de vida en la Iglesia, a la luz del Concilio Vaticano II.
En 1995, había tenido lugar el Sínodo sobre la vida consagrada; en 1991 sobre la formación de los sacerdotes, en 1987 sobre los laicos.
En el año 1983 el Sínodo, como el próximo, estuvo dedicado a un sacramento, la reconciliación y la penitencia, mientras que el primer sínodo celebrado en el pontificado de Juan Pablo II, el de 1980, tuvo por argumento la familia.