ROMA, viernes, 18 marzo 2005 (ZENIT.org).- Usar los bienes es positivo siempre y cuando sea el ser humano a dominar el sistema y no viceversa. Lo argumenta en esta entrevista concedida a Zenit el profesor Antonio M. Baggio, universitario y editor de la iniciativa multimedial «Economía y civilización según la doctrina social cristiana»
La obra, editada por Ciudad Nueva, contiene dos volúmenes, cuatro dvd y cuatro guías didácticas, en italiano. Cuenta con la contribución de cuarenta autores, entre los que destacan Darío Antiseri, Chiara Lubich, Giorgio Rumi o Stefano Zamagni.
Antonio Maria Baggio es docente de «Ética social» y «Filosofía política» en la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde también dirige el Diploma bienal de «Ética pública».
–¿Qué se entiende por ética social?
–Baggio: La ética social se interroga sobre el bien y sobre el mal relativo a la vida social. Trata de comprender si las comunidades, a partir de la familia y de las muchas formas de asociación espontánea, de las empresas a los partidos, incluido el sistema económico y político, logran alcanzar el buen fin por el que han sido constituidas, o si hay obstáculos, violaciones de derechos, opciones personales y colectivas, estructuras, que van contra el bien hacia el que toda sociedad tiene que estar ordenada.
La doctrina social cristiana también es una ética social, que se sirve del patrimonio de la fe, de la tradición y de las experiencias cristianas, pero es capaz de hablar a todos los hombres, incluso no cristianos o no creyentes, porque desarrolla su reflexión basándose en principios universales.
La obra «Economía y Civilización» se basa en la doctrina social cristiana para afrontar el estudio de la realidad económica, pero la vida económica está ligada a todos los demás aspectos de la existencia: toda la «civilización» está en juego, en el momento en que se enfrenta con los temas de la libertad, de la justicia y del bien común en economía.
–Estamos ante una gran obra multimedial de ética social. ¿Por qué tantos DVD, fichas, libros?
–Baggio: La exigencia de producir una obra como «Economía y Civilización» viene de la experiencia de los últimos diez años que he tenido en las catorce escuelas de formación social y política «Res nova»: basándose en la doctrina social cristiana, se han formado centenares de jóvenes, portadores de culturas, opciones políticas y compromisos sociales diferentes.
Hemos experimentado un método de formación de grupo que requiere dos condiciones: por un lado, una lección impartida con seriedad y competencia; por otra, un grupo capaz de dialogar con respeto y con sinceridad.
Para satisfacer la primera exigencia hemos producido los DVD: contienen 19 lecciones en las que intervienen unas cuarenta personas entre docentes universitarios, expertos, operadores económicos y sociales; sus intervenciones son conectadas por mí mismo, y cada lección constituye una «unidad didáctica» real compuesta por muchos profesores.
Así, también en el más apartado pueblecito de montaña se puede tener a disposición un ««equipo» de profesores que sería imposible reunir físicamente.
Se requiere un grupo que reciba esta lección: un grupo capaz de diálogo, de profundización a través de la escucha recíproca, para comprender cómo han acogido los demás la lección; estos grupos existen: parroquias, asociaciones culturales, profesionales, sindicatos… quieren una formación de este tipo.
Naturalmente, hay necesidad de un profesor, o de un «tutor» para dirigir la lección. Por esto hemos preparado una «guía didáctica» para cada lección, de modo que permita también a quien no es particularmente experto en esta materia dirigir a un grupo; al tutor, en efecto, no se le solicita una supercompetencia en las ciencias económicas o sociales pero sí una competencia «en humanidad», es decir en la capacidad de ponerse al servicio del grupo. Para dar la clase ya le ayudamos nosotros.
Hay luego, dentro del paquete que contiene la obra, dos volúmenes: «Trabajo y doctrina social cristiana. De los orígenes al siglo XIX» y «Ética y economía». Hacia un paradigma de fraternidad. Los libros contienen la disertación científica de la materia, y su lectura no es solicitada a los miembros del grupo; es deseable, en cambio, que sean estudiados por los «tutores». Los libros también se pueden adquirir separadamente.
–Economía y cristianismo: ¿cómo se relacionan?
–Baggio: La economía es una actividad humana, y nada de lo que es humano es extraño al cristianismo. El cristianismo inicia con la encarnación de Dios: esto significa que Dios asume la realidad humana como propia. Por tanto, para el cristianismo todo el obrar humano asume una enorme importancia: también la economía es un lugar en el que la persona puede realizar la propia vocación y expresar el sentido de su existencia.
A menudo, además, se descuida la gran contribución que el cristianismo ha dado al desarrollo de las capacidades productivas del hombre, especialmente en Occidente; y, por otro lado, se descuida la capacidad crítica que la conciencia cristiana puede ejercer en la corrección de las situaciones de injusticia.
–La obra insiste en los estilos de vida. ¿Es una llamada a un modo de vida más austero?
–Baggio: Es una llamada a un modo de vida más libre: no se debe renunciar a los bienes, a la multiplicación de las riquezas, al desarrollo de siempre nuevas invenciones y recursos; pero todo esto tiene que ser dominado por la persona.
Por el contrario, cada vez con más frecuencia son las cosas las que dominan a las personas: o por su exceso, allá dónde el consumismo destruye la autonomía de la persona haciéndola esclava de necesidades ficticias; o por su falta, allá dónde la insuficiencia de recursos o la injusticia social priva las personas de los bienes mínimos necesarios a la existencia. Es necesario que el hombre oriente el sistema, y no viceversa.