ROMA, lunes, 21 marzo 2005 (ZENIT.org).- Publicamos el mensaje que Juan Pablo II ha dirigido a los participantes en el encuentro internacional «UNIV2005» sobre el tema: «Proyectar la cultura: el lenguaje de la música». En nombre del Papa, fue leído en el aula Pablo VI del Vaticano por el arzobispo Leonardo Sandri, sustituto de la Secretaría de Estado.
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¡Queridos jóvenes!
1. Estoy muy contento de dirigiros una cordial bienvenida a todos vosotros, que habéis venido de diferentes partes del mundo para participar en la cita anual del UNIV. A cada uno le saludo con afecto, y os invito a aprovechar vuestra estancia en Roma para crecer en el conocimiento y en el amor a Jesucristo. Saludo a los que os acompañan, de manera especial, saludo al obispo prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría Rodríguez, que participa en vuestro encuentro.
A través de los estudios universitarios, os comprometéis en construir una nueva cultura, respetuosa de la verdad del hombre y de la sociedad. En este congreso internacional afrontáis precisamente el tema «Proyectar la cultura», concentrándoos en el lenguaje de la música.
2. La música, como todos los lenguajes artísticos acerca el hombre a Dios, quien ha preparado para aquellos que le aman «lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó» (1 Corintios 2, 9). Pero, al mismo tiempo, el arte puede transmitir a veces una concepción del hombre, del amor, de la felicidad que no corresponde con la vedad del designio de Dios. Es necesario, por tanto, realizar un sano discernimiento. Os repito lo que he escrito a los jóvenes de todo el mundo en el mensaje para la próxima Jornada Mundial de la Juventud: «¡no creáis en falaces ilusiones y modas efímeras que no pocas veces dejan un trágico vacío espiritual!» (número 5). A vosotros, queridos jóvenes, os toca también renovar los lenguajes del arte y de la cultura. Comprometeos, por tanto, por cultivar en vosotros la valentía para no aceptar comportamientos y distracciones que estén caracterizados por los excesos y el ruido.
3. Como se recuerda en las numerosas actividades de formación promovidas por la Prelatura del Opus Dei bajo la guía de vuestro prelado, cada persona, de cualquier condición y estado, está llamada a encontrarse con Cristo en la propia existencia, cada día. La vocación de los fieles laicos, lo sabéis bien, consiste en tender hacia la santidad, animando cristianamente las realidades temporales. Entonces, queridos estudiantes y profesores universitarios, el trabajo y el estudio pueden ser para vosotros, como le gustaba repetir a san Josemaría, «una continua oración, con las mismas palabras entrañables, pero cada día con música distinta. Es misión muy nuestra transformar la prosa de esta vida en endecasílabos, en poesía heroica» (San Josemaría Escrivá, «Surco», n. 500).
Que María Santísima os ayude a encontrar a su Hijo Jesús en la liturgia de esta Semana Santa, y en los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía. Que la Virgen, madre de Dios, mujer eucarística, os conduzca a cada unos de vosotros a la alegría del encuentro con Cristo.
Con estos sentimientos, os bendigo a todos vosotros y a vuestras familias, y os transmito de corazón mis fervientes auspicios para la santa Pascua
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Vaticano, 19 de marzo de 2005
IOANNES PAULUS II
[Traducción del original italiano realizada por Zenit]