ROMA, viernes, 24 junio 2005 (ZENIT.org).- La próxima semana finaliza en los estudios romanos de Cinecittà el rodaje de la primera película para el cine sobre san Antonio de Padua, «Antonio, guerrero de Dios», cuyo protagonista es el actor español Jordi Mollá.

El actor se inspira, entre otros, en Karol Wojtyla, según contó este jueves a los periodistas durante una rueda de prensa en una zona de los estudios que reproduce la ciudad medieval de Asís.

La película de producción totalmente italiana lleva a la gran pantalla la vida del santo nacido en Lisboa en 1195 y fallecido en Padua el 13 de junio del 1231, ciudad donde está la Basílica que lleva su nombre.

El director de la película, Antonello Belluco, natural de Padua, reveló que ha querido hacer «una película en la que todos se reconozcan, creyentes y no creyentes» que es «un regalo» que ha querido hacerle al santo.

Para Belluco, lo importante es sacar a relucir «el hombre Antonio, antes que el santo», un hombre de «una espiritualidad fuerte, inmensa, libre y llena de alegría ante cualquier acontecimiento de la vida».

«He escogito a Jordi porque no encontré a ningún otro actor italiano capaz de comprender a Antonio», confesó especificando que la película no era «no era ni laica ni clerical».

Jordi Mollá (Barcelona, 1968), actor en películas de Hollywood como «The Alamo» o «Bad Boys II» manifestó que para su personaje se inspira en Juan Pablo II por «la inteligencia para saber transmitir la fe».

Confesó que le cautivó el personaje porqué «cree en lo que hace». «Es un personaje que nadie me había ofrecido», indicó.

El actor, que en la película habla italiano con acento portugués, explicó que «me siento sumamente cómodo con este sayo que llevo cada día y que me hace meterme en el personaje».

El director de la película comentó tres signos «o cosas muy bellas que sucedieron durante el rodaje de esta película».

Uno fue un arco iris que surgió en un momento concreto de la película; el segundo un cuervo medio moribundo que apareció durante el rodaje y que no comía nada, pero que curiosamente empezó a alimentarse el día de San Antonio (13 de junio). Y, finalmente, un grupo de peces que aparecieron a la orilla de Sabaudia, en el litoral romano, justo en el momento que rodaban una escena sobre una pesca milagrosa. «Cada quien puede interpretarlo como quiera», dijo.

La película quiere retomar la vida del santo y hacerla actual con los temas de la usura, el extranjero (Antonio era un forastero), la injusticia y el compromiso con los pobres.

El film es un drama religioso producido por AB film, cuyo productor es Angelo Bassi. La mitad de los costes de la película está a cargo del Ministerio para las Actividades Culturales de Italia.

Antonio de Padua fue canonizado un año después de su muerte. La fama de tantos milagros convenció a Gregorio IX a proclamarlo Santo el 30 de mayo de 1232, a tan sólo once meses de su muerte.