LOURDES, jueves, 25 agosto 2005 (ZENIT.org).- La 49 peregrinación a Lourdes de comunidades gitanas, que concluyó este miércoles, recordó a las víctimas, en particular pertenecientes a este pueblo, que perdieron la vida en el campo de concentración Auschwitz-Birkenau.
El domingo, 21 de agosto, tras la misa internacional en la basílica San Pío XI, miles de gitanos, junto a las autoridades de la pequeña localidad francesa, colocaron un ramo de flores, en forma de zeta –gitano se dice «zigeuner» en alemán–en el monumento a los caídos en la segunda guerra mundial.
La zeta era también la forma del tatuaje que los nazis grababan en el brazo de los gitanos al llegar a los campos de concentración y exterminio, de cuya liberación se celebra el sexagésimo aniversario.
Decenas de miles de gitanos fueron perseguidos por el nazismo. Sólo en Auschwitz fueron asesinados unos 20.000.
En otro momento de la peregrinación, en la Gruta de Lourdes, ante «la Santa» (la Virgen María), los gitanos rezaron por el fin de las manifestaciones racistas que siguen causando heridas todavía hoy.
Los hijos del pueblo gitano, unos 7.000, llegaron a Lourdes en unas 1.100 caravanas que acamparon en diferentes terrenos de la localidad.