CASTEL GANDOLFO, domingo, 4 septiembre 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI imploró la reconciliación para Irak este domingo, tras rezar el Ángelus, al final de una semana particularmente sangrienta para ese país.
El Papa dirigió palabras de comprensión «a los iraquíes, que el miércoles pasado vieron morir a centenares de conciudadanos, víctimas del pánico irrefrenable, en su mayoría ancianos, mujeres y niños, reunidos en Bagdad en una conmemoración religiosa».
«Que el Todopoderoso toque el corazón de todos para que se instaure al fin en ese atormentado país un clima de reconciliación y de recíproca confianza», afirmó.
Al recibir la noticia de esa tragedia, el Papa envió un telegrama al nuncio apostólico en Bagdad, el arzobispo Fernando Filoni, en el que «desea que todos los creyentes en el único Dios se unan para deplorar toda forma de violencia y cooperen en el regreso de la concordia en la atormentada tierra iraquí».
La tragedia ocurrida en el puente sobre el río Tigris que comunica el oeste con el norte de Bagdad, en la que murieron 965 peregrinos y otros 815 resultaron heridos, ha sido el hecho más sangriento de la historia reciente del país.