CIUDAD DE MÉXICO, domingo, 15 enero 2006 (ZENIT.org).- Cuatro siglos dedicando todas sus energías a la educación de la mujer. Eso es lo que viene haciendo desde su fundación en Burdeos (Francia), el 7 de abril de 1607, la Compañía de María, la primera orden religiosa apostólica femenina, dedicada a la enseñanza.
Y así lo recuerda la agencia de información de las comunidades religiosas en España, IVICON, de la institución, al evocar el cuarto centenario de su aprobación por el Papa Paulo V: «Educar a las jóvenes, dotarles de herramientas éticas e intelectuales que les ayuden a testimoniar su fe católica y su propio valor como mujeres, es su razón de ser».
En el proyecto educativo de la fundadora, santa Juana de Lectonnac (1556-1640) hoy extiende su acción a cuatro continentes, gracias también a la red laical creada en 2003 para potenciar la estrecha colaboración en la misión compartida de laicos y religiosas.
«La mirada de fe y el discernimiento de los signos nos han posibilitado encontrar en la educación la respuesta más adecuada a las necesidades de cada momento histórico», señala la superiora general, Beatriz Acosta Mesa.
Según las declaraciones de la religiosa a IVICON, «ayudar a cada persona a valorarse como tal, a sentirse con una misión significativa en el mundo, a comprobar la trascendencia de sus acciones cotidianas y la capacidad trasformadora de su presencia y de sus opciones, ha sido y es una tarea plena de sentido que contribuye a la formación de un mundo con corazón y entrañas de misericordia».
Hasta siete objetivos se ha marcado la Compañía de María para celebrar el cuarto centenario de su fundación, entre los que destacan el de «profundizar en los desafíos que el siglo XXI plantea a la misión educativa en cada uno de los contextos en los que estamos insertos y cómo, responder a éstos, modifica nuestra vida y nuestras prácticas educativas».
También desean «intercambiar criterios, puntos de vista y experiencias que nos permitan contar con una visión amplia y complementaria de cómo dar respuesta a estos desafíos en un mundo plural y cada vez más interconectado y plural».
Asimismo, «hacer real y eficaz la solidaridad a través del apoyo a alguna o algunas de las obras o proyectos de la Compañía que están dando respuesta a necesidades educativas urgentes. Darlas a conocer y generar espacios de educación para la justicia social, la convivencia y la paz».
Actualmente la Compañía de María se compone de 1755 religiosas y novicias.
Más información en www.lestonnac.org.
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Jan 15, 2006 00:00