MÉXICO, jueves, 12 enero 2006 (ZENIT.org-El Observador).- Al hacer un llamado a la unidad de los mexicanos en este año electoral de 2006, la arquidiócesis de México convocó su peregrinación anual a la Basílica de Guadalupe, bajo la presidencia del arzobispo primado, cardenal Norberto Rivera Carrera.

Coincidiendo con el Año Jubilar Guadalupano, la peregrinación busca también ser una manifestación de la caridad cristiana a favor de los emigrantes, subrayando la oposición de la Iglesia católica en México a la construcción del muro fronterizo en Estados Unidos, para impedir la entrada de indocumentados a ese país.

La peregrinación anual coincide con el 475 aniversario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe al indígena Juan Diego (canonizado en 2002 por el Papa Juan Pablo II) en el cerro del Tepeyac, a cuyas faldas se encuentra, actualmente, la Basílica de Guadalupe.

Los organizadores de la peregrinación, que saldrá de la ex glorieta de Peralvillo a las 10 de la mañana del próximo sábado 16 de enero, esperan una asistencia de 30 mil personas que acompañarán al cardenal Rivera Carrera en la misa que celebrará, en punto de las doce del mediodía, en el atrio de la Basílica.

Participarán las ocho vicarías en que de divide la arquidiócesis de México, así como el seminario conciliar de México, cada una portando diferentes colores.

El Año Jubilar Guadalupano fue decretado por el arzobispo primado de México el pasado 12 de diciembre de 2005 y cerrará sus actividades el 12 de diciembre de 2006. Con este motivo, el cardenal Rivera Carrera ha dado inicio a la previsión de la organización de los cinco siglos de las apariciones de la Virgen, celebración que tendrá lugar en el año 2031.

Este sería el último año jubilar, antes de ese acontecimiento, recuerdo del inicio de la Iglesia mexicana y de la Patria mestiza, como recordó el cardenal Rivera Carrera en su Decreto.