CIUDAD DEL VATICANO/TIRANA, miércoles, 18 enero 2006 (ZENIT.org).- «Caritas Internationalis» (CI) ha lanzado un llamamiento para reunir 761.970 dólares estadounidenses a fin de apoyar al gobierno albanés en la gestión del impacto humano y económico de las inundaciones causadas por las lluvias que azotaron el país el 30 de noviembre y 1 de diciembre pasado.
Una nota difundida el lunes por el organismo católico de ayuda describe que los servicios estatales de emergencia se han visto desbordados por el caos y por los daños provocados.
«Las fuerzas militares se han dedicado principalmente a la evacuación de la población afectada en las zonas inundadas, así como a la distribución de tiendas de campaña, mantas y alimentos, pero incluso en este frente la respuesta ha sido limitada», alerta CI.
Se calcula que cinco personas han perdido la vida en las inundaciones.
La necesidad más urgente es la alimentación de 2.500 a 3.000 personas (aproximadamente medio millar de familias) durante los tres próximos meses, el período más duro del invierno.
En total, 3.200 familias han pedido ayuda al gobierno de Albania a raíz de la catástrofe.
De acuerdo con CI, parte de la financiación se empleará en suministrar a los damnificados artículos de emergencia básicos (camas, colchones, mantas), material que hasta la fecha ha estado proporcionando «Caritas Albania».
La organización católica a nivel local también ha facilitado a los afectados tiendas para estancias a corto y medio plazo, aumentando así el escaso alojamiento de emergencia disponible en instituciones locales (como pueden ser escuelas) y en los hogares de familiares y amigos.
Otras 75 familias recibirán ayuda para reparar sus viviendas y hacerlas nuevamente habitables.
Igualmente se necesita ayuda para garantizar el suministro de agua para consumo y saneamiento y evitar la aparición de enfermedades.
En este sentido, «Caritas Albania» necesita fondos para incrementar sus existencias de equipo médico y fármacos, dado el alto riesgo de enfermedades intestinales en las zonas inundadas. Con temperaturas bajas y un grado de humedad elevado existe además riesgo de enfermedades pulmonares.
A largo plazo, los esfuerzos de «Caritas» se orientarán a la rehabilitación de la economía agraria local, devastada por unas inundaciones que han cubierto más de 35.000 hectáreas de terrenos cultivables. Las familias, en su mayoría extremadamente pobres, dependen del propio cultivo para su alimentación diaria.
El transporte y las comunicaciones entre ciudades también se ha visto perjudicado por la catástrofe; muchas carreteras y puentes han sufrido graves daños. El puente nacional en Gjirokaster ha desaparecido por completo.
Cinco centrales eléctricas se han visto inundadas, tres en la zona más afectada de Vlora, una en Fier y otra en Gjirokaster.
Las ciudades de Elbasan, Librazhd, Tepelena y Rreshen, en el sur del país, han sufrido daños parecidos.
Entre 1990 y 1992, Albania cerró 46 años de régimen comunista e inició su andadura democrática, no sin dificultades. El principal problema del país es la pobreza.
Con una población en torno a los 3,7 millones de habitantes, los católicos representan aproximadamente el 13% de la población, los ortodoxos en torno al 20% y los musulmanes el resto.
«Caritas Internationalis» (www.caritas.org) es una confederación de 162 organizaciones de asistencia, desarrollo y servicio social que trabaja en 200 países y territorios.