Así lo ha informado el rector del santuario, el padre Charles Hewawasam, quien se salvó de milagro, cuando el templo fue azotado por las aguas el 26 de diciembre de 2004.
De las 75 personas congregadas en el Santuario, más de 20 murieron. Al bajar la marea, las aguas se llevaron también la veneradísima imagen de Nuestra Señora de Matara, para volver a depositarla, para gran alivio del padre Charles y de los católicos ceilandeses, tres días más tarde, a la orilla del mar.
En una carta enviada a Ayuda a la Iglesia Necesitada, que ha colaborado en la reconstrucción, el sacerdote informa que ahora tiene el proyecto de construir un nuevo tejado para la iglesia y un nuevo presbiterio que reemplace al anterior, gravemente dañado por el maremoto.