Kaczynski, presidente desde diciembre pasado, mantuvo un encuentro privado con el Santo Padre, en su Biblioteca privada, durante unos 25 minutos, y después presentó a su esposa y a la delegación que le acompañada, compuesta de una decena de personas.
Más tarde, el presidente fue recibido por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, y a continuación toda la delegación polaca se dirigió a las Grutas Vaticanas para rezar ante la tumba de Juan Pablo II.
Kaczynski, que realizaba su primer viaje oficial al extranjero, regaló a Benedicto XVI una edición de poesías místicas de san Juan de la Cruz, materia del doctorado en teología de Karol Wojtyla.
La Santa Sede todavía no ha anunciado las fechas del viaje del Papa a Polonia, que según la prensa debería tener lugar con motivo del último fin de semana del mes de mayo.
Según afirmó en días pasados el portavoz del arzobispo de Cracovia, monseñor Stanislaw Dziwisz, en esa peregrinación apostólica el Papa podría visitar el campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau, además de otros lugares particularmente queridos por Juan Pablo II.