El Papa nombra nuevo vicario apostólico para Isiolo (Kenia), cuyo obispo fue asesinado

Monseñor Anthony Ireri Mukobo ha sido hasta la fecha auxiliar de Nairobi

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CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 27 enero 2006 (ZENIT.org).- Transcurridos más de seis meses del asesinato del vicario apostólico de Isiolo (Kenia) –el obispo Luigi Locati–, el Papa ha puesto al frente de esa circunscripción al hasta ahora obispo auxiliar de la archidiócesis de Nairobi, monseñor Anthony Ireri Mukobo.

El nombramiento de este prelado, misionero de la Consolata de 56 años y keniano de nacimiento, fue confirmado el miércoles en una nota distribuida por la Sala de Prensa de la Santa Sede.

Isiolo –cuya proporción de católicos se acerca al 20%– está en el lado norte del Monte Kenia, en dirección a Etiopía. La zona está considerada como una encrucijada de comunidades, con predominio de la tribu Meru.

A su muerte, el anterior vicario apostólico, monseñor Locati, dejó diversos proyectos de los que se ha beneficiado toda la población de Isiolo y de las zonas limítrofes, sin distinción de su pertenencia étnica, religiosa o social.

El prelado italiano estaba a punto de cumplir 77 años cuando fue asesinado: el pasado 14 de julio unos desconocidos le dispararon en la corta distancia que separa el centro parroquial del que era su domicilio, en la localidad del noroeste de Kenia.

Había tenido oportunidad de encontrarse personalmente con Benedicto XVI el pasado 25 de mayo en Roma, a las pocas semanas del inicio de su pontificado.

Por razones de edad, el vicario apostólico de Isiolo había presentado su renuncia al cargo y estaba a la espera del nombramiento de su sustituto.
Su asesinato conmocionó al Santo Padre, al mundo misionero y a todo Kenia. La elevada participación en sus funerales en Isiolo reflejó cuatro décadas de compromiso del prelado italiano en la misión, sobre todo a favor de los jóvenes y de los pobres, sin distinciones tribales ni religiosas

Participaron en las exequias aquel 20 de julio, junto al nuncio apostólico, 17 obispos, representantes de los prelados que no pudieron acudir a Isiolo –en Kenia hay 22 diócesis-, cerca de 300 sacerdotes, aproximadamente medio millar de religiosas, representantes de la Iglesia evangélica y de la comunidad musulmana local y el presidente de Kenia.

Se sumaron algunos miembros de la familia de monseñor Locati y sacerdotes diocesanos de Vercelli (Italia), de donde aquél era originario. Junto a todos los anteriores se contaron al menos 3 mil personas –la mitad musulmanes–.

De hecho, haber promovido durante 40 años el desarrollo espiritual de cristianos y musulmanes le mereció al asesinado obispo Luigi Locati una condecoración oficial póstuma otorgada por el presidente del país africano el pasado diciembre.

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ZENIT Staff

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