Al menos 66 personas murieron y otras 141 resultaron heridas al desplomarse el techo del Centro Internacional de Exposiciones de la localidad, en el que se encontraban más de quinientas personas para ver una exposición internacional de palomas mensajeras.
Tras rezar el Ángelus desde la ventana de su estudio, el Papa saludó a los peregrinos polacos presentes en la plaza de San Pedro del Vaticano y a los que le escuchaban en radio y televisión hablando en su mismo idioma.
«Confío a la misericordia de Dios a cuantos han fallecido, me uno espiritualmente a sus familiares y a cuantos han quedado heridos. A todos les imparto mi cordial bendición», dijo el obispo de Roma.