BAGDAD, lunes, 30 enero 2006 (ZENIT.org).- Al menos tres personas han muerto y más de veinte han resultado heridas en varios atentados con bomba perpetrados este domingo contra seis iglesias iraquíes.
Los fieles aterrados corrieron para salvar sus vidas cuando los coches bomba golpearon, en una serie de ataques coordinados, los lugares de culto en Bagdad y en la ciudad norteña de Kirkuk.
Entre los tres fallecidos en los dos templos atacados en Kirkuk se encuentra Fadi Raad Elias, de 13 años, quien perdió la vida en el atentado contra la iglesia católica de la Virgen María, en el norte de la ciudad.
En la capital, Su Beatitud Emmanuel III Delly, patriarca caldeo, salvó su vida de uno de estos atentados al llegar a la iglesia del barrio de Al Bonook con varios minutos de retraso a causa del retraso provocado por un control de policía.
Más de diez personas resultaron heridas en Bagdad cuando las explosiones simultáneas golpearon cuatro iglesias.
Una bomba más estalló cerca de la sede de la nunciatura de la Santa Sede en Bagdad sin dejar heridos. Las seis iglesias atacadas no eran sólo caldeas –Iglesia en comunión con Roma–; algunas son lugares de culto de otras de las numerosas confesiones cristianas presentes en el país.
Según afirman fuentes locales referidas a Zenit por «Ayuda a la Iglesia Necesitada» «se cree que clérigos fundamentalistas islámicos hicieron un llamamiento a lanzar estos ataques después de que una serie de viñetas en un periódico de Dinamarca denigrara al profeta Mahoma. Las imágenes fueron trasmitidas en los canales de televisión por satélite islámicos».
Los ataques de este domingo son sumamente parecidos a los que en agosto de 2004 golpearon algunas iglesias de Bagdad y Mosul, acabando con la vida de 15 personas e hiriendo a otras muchas.
En declaraciones a «Radio Vaticano» el arzobispo Fernando Filoni, nuncio apostólico en Irak, considera que «en este momento es difícil hacer teorías sobre estos ataques, es demasiado pronto».
«Está claro que desestabilizar el país es uno de los aspectos fundamentales de quien quiere que el país caiga en el caos», afirma el prelado.
Marie-Ange Siebrecht, encargada del departamento de Oriente Medio de «Ayuda a la Iglesia Necesitada», comenta: «Escuchamos hablar con demasiada frecuencia de la crisis en Irak y sin embargo el mundo no se preocupa del sufrimiento de los cristianos en un país que ha sido su hogar desde hace siglos».
Siebrecht hace un llamamiento a la ayuda de los cristianos iraquíes que en estos momentos necesitan «nuestras oraciones y nuestro apoyo de todas las maneras posibles».
«Ayuda a la Iglesia Necesitada» ha denunciado, además, que en Bagdad y en la ciudad de Mosul, decenas de universitarios cristianos fueron atacados por estudiantes musulmanes, quienes les acusaron de ser «no creyentes» y agentes estadounidenses.
