El encuentro «cordial», según fue definido posteriormente por Joaquín Navarro-Valls, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, tuvo una duración de unos 35 minutos y se celebró en la biblioteca privada del Papa.
Según ha explicado una nota difundida por Navarro-Valls, «el argumento principal fue el papel de la religión en la política y en las sociedades».
En particular, «se hizo hincapié en la contribución al diálogo que pueden aportar los valores comunes de las religiones, en particular con el Islam moderado, sobre todo en los temas concernientes a la paz y a la solidaridad».
En la audiencia, según afirma la nota vaticana, «también se habló de África, evidenciando la exigencia de que la comunidad mundial favorezca y respalde con todos los medios la convivencia pacífica y el desarrollo de aquel continente».
«Finalmente, se ha hablado de los progresos decisivos del proceso de paz en Irlanda del Norte», concluye Navarro-Valls.
Ha sido el primer encuentro entre Blair, anglicano, y Benedicto XVI desde que fue elegido Papa. El primer ministro llegó al Vaticano acompañado por su esposa e hijos.
La señora Cherie Blair, católica, ya había sido recibida por el Papa el 28 de abril en audiencia privada, pues se encontraba en el Vaticano participando en la sesión plenaria de la Academia Pontificia de las Ciencias.
Por su parte, un comunicado de Downing Street especifica que en el encuentro el Papa y Blair «hablaron de los desafíos de la globalización, del diálogo entre los diferentes credos, y de la importancia de que voces moderadas de las diferentes religiones se unan para afrontar el extremismo y el terrorismo».
La oficina del primer ministro revela que en la audiencia también se tocó la situación de China.