Según la información de la que se hace eco la archidiócesis de Cochabamba, el citado planteamiento está contenido en el documento elaborado por la Comisión Nacional de la Nueva Ley de Educación Boliviana, integrada por 22 instituciones públicas y privadas
A partir de la aprobación de la nueva Ley Educativa, la materia de religión especialmente católica ya no será obligatoria.
El punto 10 de los fines de la nueva política educativa indica «desarrollar una educación laica que respete a las creencias, la espiritualidad de las naciones indígenas y originarias y de la nación boliviana como base del derecho individual y comunitario».
El ministro de Educación, Félix Patzi, señaló al respecto: «La educación será laica; con énfasis, ya no será católica. La materia de religión ya no será obligatoria, sino opcional. Habrá historia de las religiones: indígena, árabes o católica».
Este cambio representa un viraje en la educación y a los acuerdos Iglesia-Estado, dice la información de la archidiócesis de Cochabamba.
La filosofía de la nueva ley se basa en la educación comunitaria, que tiene cuatro fundamentos: la educación productiva, la ciencia y la tecnología, la educación descolonizadora y la formación inter-intracultural y plurilingüe.
Este proyecto será analizado en el Congreso Nacional de la Educación, que se celebrará entre el 10 y el 15 de julio en Sucre, y contará con la participación de unos 600 representantes de diferentes organizaciones vinculadas a la Educación.
El arzobispo de Cochabamba, monseñor Tito Solari Capellari, SDB –vocal de la Comisión Episcopal de Educación–, refiriéndose el jueves a las posibles reformas en la educación boliviana, manifestó que los padres de familia son los principales y primeros responsables de la educación de sus hijos, por tanto tienen el derecho de elegir el tipo de educación que quieren.
Señaló que el Estado y las instituciones de la sociedad civil pueden contribuir, en un ambiente democrático, a que la ciudadanía elija el mejor modelo educativo para formar personas integras y críticas.
Respecto a la enseñanza religiosa en el sistema educativo boliviano, el prelado manifestó que actualmente hay una postura que plantea una educación laica, que respete creencias, espiritualidades del mundo andino, de grupos sociales y de la nación boliviana.
«Este es un principio importantísimo, el respecto a las creencias; por lo tanto, no tenemos que tener miedo de que se quite la religión católica de la educación, porque el respeto de las creencias implica respetar la creencia católica de una mayoría de los bolivianos», remarcó.
Constató que «en un contexto democrático y de gran participación social, actualmente son los padres de familia los primeros en valorar y sostener las escuelas y colegios administrados por la Iglesia católica».
«No hay duda –añadió– de que en esas unidades educativas hay una gran riqueza y experiencias que vienen de la mística de la Iglesia de servir a la comunidad y sobre todo a las clases más necesitadas».
«La Iglesia tiene una vocación por la enseñanza, porque es madre y maestra de los pueblos», afirmó; y aclaró que las instituciones educativas de la Iglesia católica seguirán trabajando en su misión de formar personas íntegras, con la colaboración de la comunidad boliviana, según recoge la archidióceis de Cochabamba.