MOSCÚ, martes, 20 junio 2006 (ZENIT.org).- La Unión Internacional de Periodistas Católicos se encuentra reunida en Moscú del 19 al 21 de junio para conocer, discutir y analizar la situación que prevalece entre los medios de comunicación rusos y el tema de la religión.
En torno al tema «Rusia, más allá de los mitos y estereotipos: valores morales, religión y medios de comunicación» unos 40 periodistas de diferentes partes del mundo se han reunido por primera vez en Moscú para hablar de los retos que enfrenta el periodismo religioso en este país, así como del papel que juegan y deberían jugar los periodistas en un ambiente de diversidad religiosa.
«Rusia es un país multicultural y de variadas tradiciones religiosas. La mayoría de su población profesa la fe cristiana representada en los creyentes ortodoxos», constató en un mensaje enviado el nuncio Antonio Mennini, representante del Vaticano ante la Federación Rusa.
«En su historia, este país ha vivido muchas dificultades y retos, pero ha permanecido fiel a sus raíces cristianas. El papel de cada uno de los periodistas católicos es descubrir la verdad cristiana y enriquecer a los fieles con valores cristianos», agregó.
El presidente de la Unión Internacional de Periodistas Católicos, Ismar de Oliveira Soares, se mostró muy entusiasta de que la reunión tuviera lugar precisamente en Rusia:
Este «no es sólo un país que nos ha dado a Tchaikovsky, a Stravinsky, a Chagall y al Ballet Bolshoi. Rusia tiene mucho que ofrecer al mundo en sus artes, ciencia, tecnología y en su decisión de ir hacia adelante con libertad, entusiasmo y compromiso».
«Con la ayuda de profesionales de los medios rusos, exploraremos cómo podemos contribuir al desarrollo sostenible. Creemos que los periodistas somos los indicados para abordar estos temas e influenciar así en diferentes situaciones, como por ejemplo, apoyar la solidaridad y los derechos humanos en cualquier lugar del mundo», afirmó el presidente.
«No estamos aquí reunidos con el fin de promover algún tipo de propaganda sectaria, sino para unirnos en una significativa contribución hacia el bienestar común», comentó Ismar de Oliveira al dar la bienvenida a líderes de otras confesiones, productores, investigadores y periodistas reunidos en el evento.
Por su parte monseñor Tadeusz Kondrusiewicz, arzobispo de la Arquidiócesis de la Madre de Dios en Moscú, recordó que la reunión tenía justo poco después de que el Papa Benedicto XVI, en su mensaje por la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, advirtiera ante el peligro de quedar satisfechos con «una verdad privada o aparente».
«Cuando los medios de comunicación se sirven sólo así mismos o buscan únicamente el beneficio económico, pierden todo el sentido de la responsabilidad por el bien común. En este caso, los periodistas católicos están llamados a ser la “levadura” de la objetividad y la verdad, aún y cuando sus voces parezcan “voces clamando en el desierto” en medio de la cacofonía de la falsificación de los medios modernos de comunicación», señaló monseñor Kondrusiewicz.
Prueba de la gran responsabilidad de los comunicadores y periodistas, fue corroborada por el arcipreste Vsevolod Chaplin, vicepresidente del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado ortodoxo de Moscú. En su opinión, gracias a los medios de comunicación, en Rusia se estaba dando un «renacimiento» religioso.
«En los últimos cinco años y gracias en parte al hecho de que en la televisión y en la prensa se empezaron a tocar temas sobre lo que significa la fe y acudir a la iglesia, la gente comenzó a frecuentar más los templos», explicó el arcipreste.
Y es que en Rusia, además de tocarse temas religiosos en los medios públicos de comunicación, la Iglesia ortodoxa cuenta con una amplia estructura de prensa y sitios en Internet, que le permite difundir la palabra de Dios.
A decir del director del Centro de Prensa del Patriarcado de Moscú, padre Vladimir Vigilyansky, aunque la Iglesia ortodoxa no cuenta con una televisora o estación de radio propias, «prácticamente en cualquier comunidad ortodoxa rusa, se edita un periódico o una revista y se cuenta con un sitio en Internet».
Según explicaron ambos representantes ortodoxos, el florecimiento en Internet ha permitido extender la relación entre las comunidades religiosas de toda Rusia y difundir a mayor escala el Evangelio.
Al igual de lo que sucedió en la Iglesia católica rusa, fueron las «abuelitas» las que conservaron la fe ortodoxa y las que hasta hace unos años visitaban mayormente los templos. No obstante, también han visto un cambio en sus fieles y cada vez son más las familias jóvenes las que se acercan a la Iglesia.
Desafortunadamente, hasta la fecha no existe ningún proyecto en común en Internet entre católicos y ortodoxos que permitiera el desarrollo y conocimiento en conjunto de ambas confesiones, se constató en el encuentro.
A decir del arcipreste Vsevolod Chaplin, católicos y ortodoxos se encuentran en el ciberespacio únicamente a través de algún foro de discusión fundado por los mismos usuarios, pero no a través de algún sitio oficial.
A la reunión de periodistas católicos han acudido profesionales de África del Sur, Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Brazil, Canadá, Filipinas, Francia, Inglaterra, Italia, Líbano, México, Suiza y por supuesto, Rusia.
La Unión Internacional de Periodistas Católicos (http://www.ucip.ch) nació en Bélgica en 1917, en el último año de la Primera Guerra Mundial, con el propósito de garantizar la libertad de expresión para los periodistas y comunicadores europeos y de todo el mundo.
Con sede en Ginebra, Suiza, desde 1991 organiza también programas de actualización para periodistas en los cuales han participado más de 4 mil 500 profesionales de los medios.