«He recibido con profundo sufrimiento la noticia del accidente que tuvo lugar ayer por la mañana en el metro de Roma», reconoció el Papa ante los 30.000 peregrinos que participaron en la audiencia general en la plaza de San Pedro.
«En este momento de dolor, estoy particularmente cerca de cuantos han sido golpeados por el trágico acontecimiento; quiero expresarles sentimientos de consuelo y de afecto, asegurándoles un recuerdo especial en la oración», afirmó.