En la espalda de la camiseta, de color amarillo, como la de Brasil, estaba escrito «Benedicto 16».
El equipo de sacerdotes, que tiene por lema «Once sacerdotes que juegan como… Dios », promueve la difusión del fútbol con objetivos benéficos para ayudar a los más desafortunados.
El Papa conversó con los sacerdotes, y al recibir el significativo regalo sonrió con sinceridad.