El arzobispo de San Salvador, monseñor Fernando Sáenz Lacalle, hizo la declaración en una rueda de prensa tras concelebrar con el nuncio apostólico, monseñor Luigi Pezzuto, y todos los obispos salvadoreños, una misa con la que inauguró en el país la «Jornada Mundial por la Paz».

A la celebración eucarística, asistieron el presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, y la vicepresidenta, Ana Vilma de Escobar, así como la alcaldesa de San Salvador, Violeta Menjívar.

«Los que recordamos el cese del conflicto en 1992 tenemos que agradecer a Dios que en estos últimos quince años los niños salvadoreños no han tenido que presenciar enfrentamientos de dos ejércitos de salvadoreños y los jóvenes no han tenido reclutamiento forzoso», expresó monseñor Sáenz Lacalle.

Recordó que los Acuerdos de Paz, firmados por el Gobierno y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) tenían como objetivos principales «terminar el conflicto armado por la vía política, impulsar la democratización del país, garantizar el irrestricto respeto de los derechos humanos y la reunificación de la sociedad salvadoreña».

El arzobispo manifestó que «evidentemente el primer objetivo fue cumplido exitosamente», que el segundo y tercero «dieron lugar a nuevas estructuras para El Salvador», cuyo proceso de consolidación continúa, pero se ha fracasado en el cuarto.

Aunque el objetivo global de los acuerdos era transformar al país y reconciliar a los salvadoreños, poco a poco fue llegando el desencanto para diversos sectores y ahora El Salvador vive una vorágine de violencia de otro tipo, con un promedio de diez asesinatos al día.

La delincuencia organizada creció y las maras o pandillas que se han expandido por todo el país aterrorizan a la población que es víctima de extorsiones, vejámenes y asesinatos.

La conmemoración de la firma de los Acuerdos de Paz comenzó el 12 de enero en las instalaciones de la Casa de América de Madrid y concluirá el 15 de febrero en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York.

Al evento principal en San Salvador fue invitado el secretario general de Naciones Unidas, el surcoreano Ban Ki-moon. También participarán los firmantes de los acuerdos como el ex presidente Alfredo Cristiani y varios ex comandantes de la guerrilla de ese entonces. Además, se espera a los presidentes de México, Colombia, Centroamérica y República Dominicana.