Sustituirá a Lelio Scaletti, quien ha cumplido los 80 años y dejará la dirección de la institución el 1 de octubre de 2007, manteniendo el título de director general emérito, aunque seguirá prestando su servicio.
El Instituto para las Obras Religiosas tiene el objetivo de «custodiar y administrar los bienes muebles e inmuebles confiados al Instituto por personas físicas o jurídicas y destinadas a obras de religión y caridad», según explica el artículo 2 de su Estatuto.
Tiene su sede en la Ciudad del Vaticano, aunque ofrece su servicio a toda la Iglesia.
El nombramiento fue decidido por la Comisión Cardenalicia de Vigilancia, reunida el 13 de junio bajo la presidencia del cardenal Angelo Sodano.
En esta reunión, participaron los cardenales Tarcisio Bertone, Juan Sandoval Íñiguez y Attilio Nicora. Estuvo ausente por compromisos pastorales el cardenal Adam Joseph Maida, arzobispo de Detroit.
El Consejo de Superintendencia del Banco está compuesta por expertos bancarios de diferentes países: Angelo Caloia (Italia), presidente; Virgil Dechant (Estados Unidos); Robert Studer (Suiza); Manuel Soto Serrano (España) y Ronaldo Hermann Schmitz (Alemania).
Paolo Cipriani nació en Roma el 29 de agosto de 1954, está casado y tiene dos hijos. Antes de entrar al Instituto para las Obras Religiosas ha trabajado en el Banco del Espíritu Santo de Italia y en el Banco de Roma, representando a estos bancos en Luxemburgo, Nueva York, y Londres. La institución en realidad no tiene objetivos específicamente bancarios, pues sus beneficios son destinados a actividades religiosas y ha sido definido como una «entidad central» de la Iglesia por el Tribunal de Primera Instancia de la Santa Sede en 1987.