GAZA, viernes, 22 junio 2007 (ZENIT.org).- El convento de las Hermanas del Rosario en Gaza ha sufrido daños por más de medio millón de dólares tras los recientes combates entre los militantes de Hamas y Fatah, según el padre Manuel Moussalam, párroco de la iglesia de la Santa Familia en Gaza.
La pequeña comunidad cristiana de Gaza que cuenta con unos tres mil fieles, en medio de una población de 1,5 millones de musulmanes, vive en medio del temor desde que el convento fue invadido y saqueado por los combatientes, según todos los indicios, miembros de Hamas que también destruyeron objetos sagrados.
Según el padre Moussalam, hombres armados utilizaron lanzagranadas para derribar las puertas del convento, que se encuentra a cierta distancia de la parroquia de la Santa Familia, en el distrito de Tenalhawa.
«Esto es más que vandalismo –declaró–. Han forzado la puerta para entrar y han destruido todo. Incluso han pegado fuego a las camas de las hermanas».
El ataque tuvo lugar el 14 de junio pero el padre Moussalam lo ha hecho público algo después a los medios de comunicación fuera de Gaza. Declaró que los asaltantes había robado varios ordenadores, destruido todas las cruces que les cayeron en las manos, quemado ejemplares de la Biblia y roto una estatua de Jesús.
Ninguna hermana estaba presente durante los actos de vandalismo. El padre Moussalam ha revelado a los medios que ha enviado cartas severas a los responsables de Hamas.
Hamas ha prometido indemnizar a la comunidad religiosa por los daños ocasionados y un portavoz del movimiento islámico, Sami Abou Zouhri, aseguró que los cristianos son «un componente esencial del pueblo palestino».
Según el periódico israelí Yediot Aharonot, el jeque Abou Saqer, jefe de filas de la Djihadia Salafiya (Combate Salafista), aseguró que los cristianos que se dediquen en Gaza a actividades calificadas de «misioneras» serán tratados «sin piedad».