ROMA, jueves, 28 junio 2007 (ZENIT.org).- Ayuda a la Iglesia Necesitada ha recibido durante 2006 más de 81 millones de euros (más de 107 millones de dólares) en donativos, lo que supone un incremento cercano al 10 por ciento respecto al año anterior.
Estas cifras aparecen reflejadas en el «Informe del Año 2006», que la Asociación acaba de hacer público.
En una carta conjunta dirigida a los colaboradores y benefactores de AIN, el presidente internacional, Hans-Peter Röthlin, y el director en España, Javier Menéndez Ros, señalan que «2006 fue un año bueno. Los expertos financieros afirman incluso que fue uno de los mejores en los 60 años de historia de nuestra Asociación. Ciertamente, los números dicen algo, pero no pueden medir el amor, vuestro amor», que se ha traducido en la financiación de casi 5.100 proyectos en parroquias y diócesis de 137 países.
Más de 5.000 proyectos en 137 países
En África, la acción de AIN se centró de forma especial en Sudán, República del Congo y Angola. Los dos primeros siguen padeciendo las consecuencias de largas guerras civiles y los cristianos son víctimas de la opresión y la discriminación de buena parte de la población; mientras que Angola, una vez finalizada la guerra, precisa de la ayuda para reconstruir las infraestructuras eclesiales destruidas durante el conflicto.
En Europa, los proyectos desarrollados en Ucrania han alcanzado los 3’8 millones de euros, mientras que en Rusia la cantidad ascendió a cerca de 2’4 millones de euros destinados a la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa y el impulso del diálogo ecuménico entre ambas confesiones. En el continente europeo han sido también significativas durante 2006 las ayudas destinadas a Bosnia-Herzegovina (más de 860.000 euros) y Croacia (más de 780.000 euros).
Otros países prioritarios en la acción de AIN durante 2006 fueron Cuba, Haití, China, Myanmar y Vietnam.
Construcción, estipendios, formación, medios de comunicación…
La mayor parte de los donativos (29,8%) se ha destinado a proyectos de construcción. Los estipendios de misa significan el 17,6% de las ayudas; las iniciativas evangelizadoras, el 16,0%, y el apoyo a la formación básica y continua de sacerdotes, religiosos y laicos, el 14,2%. También destacan las ayudas a la catequesis (5,8%) y a la motorización de los agentes de la pastoral (5,1%). Finalmente, Ayuda a la Iglesia Necesitada destinó un 3,3% de los donativos obtenidos a la ayuda a la subsistencia de religiosas, un 3,2% al apostolado de los medios de comunicación y un 1% a ayudas de emergencia.
Ayuda a la Iglesia Necesitada, durante 2006, destinó el 4% de sus ingresos a la difusión de la Biblia del Niño, del Pequeño Catecismo «Yo Creo», de la Biblia y de otro material catequético.
En su carta conjunta, Röthlin y Menéndez Ros aportan más datos de estas ayudas cuando indican que «van desde la ayuda al sustento de religiosas y estipendios de misas para los sacerdotes, a fin de que puedan consagrarse de lleno al apostolado, hasta la ayuda a la construcción de 537 capillas e iglesias, para disponer de espacios adecuados a la celebración de la Santa Eucaristía. Desde el apoyo a 16.724 seminaristas de todo el mundo, para convertirlos en sacerdotes bien formados y firmemente anclados en la fe católica; hasta facilitar bicicletas, motos, barcas y coches, para que los discípulos de Cristo puedan alcanzar a todos aquellos que en la selva o en las montañas no pueden llegar a los profetas de la palabra divina. Tanto en la construcción del seminario de Lemberg o en la edificación de una catedral o en la ayuda a novicios y sacerdotes… vosotros estabais allí».
Con los cristianos de Irak
Los ingresos del Secretariado español ascendieron en 2006 a 5’9 millones de euros.
Durante este año, AIN-España, entre otras iniciativas, participó en Valencia en la Feria de las Familias, organizada con motivo del viaje de Benedicto XVI a la ciudad del Turia.
Además, en los últimos días de 2006 inició, en colaboración con los medios de comunicación del Grupo COPE, la Campaña de Navidad «a favor de los cristianos de Irak», que sirvió para financiar un proyecto de ayuda humanitaria a familias cristianas desplazadas al Kurdistán iraquí, así como para trasladar el Seminario de San Pedro desde Bagdad a esta región del norte del país.
