CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 1 octubre 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha asegurado su colaboración y la de los fieles católicos a Su Beatitud Daniel, nuevo patriarca de la Iglesia ortodoxa rumana.
El Papa envió el 30 de septiembre a Bucarest una delegación para participar en la entronización del jefe de esta Iglesia autocéfala con 19 millones de fieles.
La delegación ha estado presidida por el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y compuesta por el obispo Brian Farrell L.C., secretario de ese organismo vaticano, y por el arzobispo Jean Claude Périsset, nuncio apostólico en Rumanía.
Como «prenda de la búsqueda de la plena comunión», el cardenal Kasper regaló en nombre del Papa al patriarca un precioso cáliz y le llevó una carta escrita por el pontífice en francés en la que asegura que «los católicos están al lado de sus hermanos ortodoxos, con la oración y su disponibilidad, para ofrecer toda colaboración útil».
«El único Evangelio espera ser anunciado por todos juntos, en el amor y en la estima recíproca», sigue diciendo Benedicto XVI al jefe de la Iglesia rumana, que entre todas las iglesias ortodoxas es la segunda en número de fieles, después de la ortodoxa rusa.
La carta recoge la buena relación que se creó entre Juan Pablo II, primer Papa en visitar un país ortodoxo, Rumania, en mayo de 1999, con el anterior patriarca de Rumanía, Su Beatitud Teoctist, fallecido el 30 de julio de 2007, a los 92 años, después de 19 años de mandato.
Aquel gesto y las palabras que entonces se pronunciaron, reconoce Benedicto XVI, «siguen siendo de actualidad para mí y para la Iglesia católica, subrayando que es particularmente necesario intensificar los lazos que nos unen para el bien de la Iglesia».
El obispo de Roma considera que esta intensificación de la amistad entre católicos y ortodoxos será decisiva «para responder a las necesidades actuales en Europa y en el mundo, tanto a nivel religioso como social».
«Un testimonio común de los cristianos es cada vez más necesario para responder a nuestra vocación común y a las urgencias de nuestro tiempo», concluye la misiva.
Su Beatitud Daniel Ciobotea, de 56 años, es el sexto patriarca rumano. Cuenta con tres doctorados universitarios, dos de ellos alcanzados en el extranjero, con 12 años de estudios ecuménicos y con 10 años de monaquismo. Hasta ahora era arzobispo metropolitano de Moldavia y Bucovina.