SYROS, domingo, 21 octubre 2007 (ZENIT.org).- En las noches del 3 y el 7 de octubre algunos desconocidos entraron en el cementerio católico de Candia, en la isla de Creta (Grecia) y «dañaron de modo ultrajoso las tumbas de los muertos», ha denunciado monseñor Fragkiskos Papamanolis, OFM Cap, obispo católico de Syros, Milos y Santorini.

En un comunicado enviado a Zenit, ha explicado que por tercera vez, la anterior fue en marzo del año 2005, este cementerio católico sido el punto de mira de «hombres sacrílegos».

«Quien estuvo allí, el domingo por la mañana del 7 de octubre, se encontró ante un escenario indescriptible: tumbas destapadas, cruces rotas, mármoles de las tumbas girados, inscripciones funerarias partidas. El cementerio católico refleja la imagen de un lugar bombardeado», denuncia monseñor Papamanolis.

«En el sector militar francés del cementerio, donde descansan los soldados franceses caídos en los combates por la liberación de Creta (1896 – 1913) la destrucción, sin alguna exageración, es total», afirma.

«Tampoco ha quedado ni una cruz de pie --sigue informando--. Ha sido dañada también una tumba monumental que se encuentra dentro del mismo sector».

«En el pasado los perjuicios han sido atribuidos a drogadictos desconocidos. Por lo que parece, en cambio, deberían ser atribuidos a personas que querrían alejar o hacer desaparecer el Cementerio Católico de Candia. A todos éstos les decimos: “Respetad la memoria de los muertos”», ha añadido el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos griegos.

El obispo, que es también Administrador Apostólico de Creta, ha dirigido un afligido llamamiento al Gobierno griego para que se empeñe en la tutela de la ley.

«Cuando recientemente algo parecido ocurrió en el cementerio ortodoxo de Constantinopla nuestro gobierno lo transformó en un problema nacional. E hizo bien», ha recordado.

«En cambio, cuando las dos veces anteriores nuestro cementerio en Candia ha sido objeto de actos sacrílegos y vándalos todas las autoridades han quedado inertes, han cubierto con el silencio el problema y no han hecho nada para arreglar el ultraje a la memoria de los muertos, y tampoco nos han ayudado para la reintegración de los daños», lamenta.

«¿Acaso los huesos de los cristianos católicos no se merecen el mismo respeto que los huesos de nuestros hermanos ortodoxos?», pregunta monseñor Papamanolis.

«Solicitamos a los Ministerios de Justicia y al orden Público que nos protejan porque las injusticias que padecemos, como Iglesia católica, especialmente en Creta, se acumulan y se multiplican. ¿Cuánto tiempo seguirá durando esta situación?», se pregunta.

De un total de 11.000.000 de habitantes, Grecia sólo cuenta con 50.000 católicos griegos que, siendo él 0.5% de la población, según la Constitución griega, constituyen una minoría religiosa, pero no étnica.

Sin embargo, en los últimos 15 años, a éstos se les ha ido añadiendo un número elevado de católicos extranjeros --polacos, filipinos, iraquíes-- establecidos en tierra helénica sobre todo por motivos laborales, ampliando la comunidad católica en unas 350.000 unidades.