CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 11 octubre 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI dio este jueves su apoyo a las negociaciones para detener la carrera de armamentos de destrucción masiva en Corea del Norte.
El Papa hizo referencia a las negociaciones a seis bandas que han tenido lugar en Pekín, en las que participaron ambas Coreas, Estados Unidos, Japón, Rusia y China al recibir al embajador de Seúl ante la Santa Sede, Ji-Young Francesco Kim.
«La comunidad internacional se une a los ciudadanos de su país y a sus sentidas aspiraciones por una nueva paz en la península coreana y en toda la región», reconoció el Papa.
El obispo de Roma aprovechó «esta oportunidad para reiterar el apoyo de la Santa Sede a toda iniciativa que apunte a una reconciliación sincera y duradera, poniendo punto final a la enemistad y a los agravios todavía abiertos. El proceso genuino se construye con actitudes de honestidad y confianza».
El pontífice elogió los esfuerzos de Corea del Sur para «promover un diálogo fructuoso y abierto, a la vez que se intenta aliviar el dolor de cuantos sufren las heridas de la división y la desconfianza».
«Cada nación comparte la responsabilidad de asegurar un mundo más estable y seguro», aseguró.
«Espero ardientemente que la participación de los diversos países implicados en el proceso de negociación lleve al cese de los programas ideados para desarrollar y producir armas con un potencial amenazador de destrucción indecible», confesó.