Monseñor Migliore, que hizo estas declaraciones en Nueva York, durante la LXII Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, subrayó la «necesidad» de que haya una «mayor coherencia y coordinación» por parte de los países que tratan de restablecer la paz en zonas que acaban de ser azotadas por los conflictos armados, favoreciendo la convivencia entre todas las partes y evitando nuevos conatos de violencia.
En este sentido, el observador permanente alentó la labor de esta Comisión en el seno de Naciones Unidas, ante el «desafío» de «ayudar en la reconstrucción de la vida de los individuos y de todos los países arruinados por la guerra».
«Esta tarea se realizará plenamente cuando el desarrollo, la paz, la seguridad y los derechos humanos se interrelacionen y refuercen mutuamente» en estos países, concluyó el arzobispo.