CIUDAD DEL VATICANO/MOSUL, lunes, 15 octubre 2007 (ZENIT.org).- Visiblemente preocupado por la situación en Irak, Benedicto XVI ha lanzado un llamamiento por la inmediata liberación de «dos buenos sacerdotes de la archidiócesis siro-católica de Mosul, amenazados de muerte».

El domingo, tras el rezo del Ángelus, dirigió su petición directamente a los secuestradores que han hecho de estos dos sacerdotes su objetivo criminal.

Y lamentó las «graves noticias de atentados y violencias» que llegan a diario de Irak y «que sacuden la conciencia de aquellos a quienes les importa el bien de ese país y la paz de la región».

El Santo Padre recalcó «una vez más que la violencia no resuelve las tensiones».

Antes de concluir, el Papa oró por la liberación de los dos sacerdotes, «por cuantos sufren violencia», «y por la paz».

De acuerdo con una transmisión de «Radio Vaticana» del mediodía de este lunes, el arzobispo siro-católico de Mosul, monseñor Basile Georges Casmoussa, ha desmentido que se haya producido la liberación de los dos sacerdotes, secuestrados el sábado pasado.

«Los dos sacerdotes están aún en manos de los secuestradores», confirmó.

El prelado también informó de que está a la espera de contactos directos con los delincuentes.
La emisora pontificia, el domingo, expresó igualmente su pesar por «el enésimo atentado contra la Iglesia en Irak que comparte los sufrimientos de su pueblo, pero que ve a los cristianos cada vez más marginados».

En sus micrófonos, el obispo auxiliar de Bagdad de los Sirios, monseñor Jean Benjamin Sleiman, denunció: «La situación de los cristianos en general, católicos y no católicos, sigue siendo siempre muy precaria, pero también peligrosa».

«El cristianismo en esta zona verdaderamente está desapareciendo --subraya monseñor Sleiman--. La gente se marcha: lo que le sucede a uno atemoriza al otro, así que prefieren irse», e «Irak corre peligro de transformarse en una sociedad invisible, porque si esto se hace con el "leño verde" –que son los cristianos, pacíficos--, ¿qué harán con los que no lo son y donde los conflictos son todavía más graves y violentos?».

«Así que la desaparición de los cristianos en Irak quiere decir que la sociedad iraquí ya carece de los recursos para una verdadera coexistencia entre los que son diversos», advierte.

De acuerdo con la Agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME) «AsiaNews.it», el padre Mazin Ishoa, de 35 años, y el padre Pius Afas, de 60, se dirigían desde el centro de Mosul a la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en el barrio de al-Faisaliya, cuando fueron secuestrados.

El padre Afas es profesor de Biblia en el seminario, y durante mucho tiempo ha dirigido la revista «El Pensamiento Cristiano», editada en árabe.

Y hace pocos meses de la ordenación sacerdotal del padre Ishoa, quien ingresó en el seminario después de la licenciatura y del servicio militar.