MADRID, martes, 16 octubre 2007 (ZENIT.org).- 854 millones de personas padecen hambre crónica, y una de cada seis vive por debajo del umbral de pobreza, «cifras de la vergüenza» que «permanecen prácticamente inamovibles».
Es la denuncia que, en un comunicado enviado a Zenit, hace «Manos Unidas» (www.manosunidas.org ), Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD) católica, con ocasión de la Jornada Mundial de la Alimentación y la Jornada Internacional de la Erradicación de la Pobreza, que se celebran respectivamente 16 y 17 de octubre.
De acuerdo con al organización, además «en los países en desarrollo uno de cada cinco niños morirá antes de cumplir el primer año de vida».
Las citadas jornadas «engloban el primero y, con toda probabilidad, más importante de los Objetivos de Desarrollo del Mileno: «Erradicar la pobreza extrema y el hambre»», advierte «Manos Unidas».
«El hambre, junto con la pobreza, es la mayor vulneración de los derechos que, teóricamente, asisten a los seres humanos desde su nacimiento. Es un robo, consentido y a veces fomentado, de la dignidad y de las posibilidades de desarrollo de las personas», demanda la ONGD.
La lucha contra el hambre, la deficiente nutrición, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo, la falta de instrucción y las causas que lo provocan «son desde hace casi 50 años los fines prioritarios de Manos Unidas», pero también desafíos que no deben ser materia de una sola Jornada, «sino una prioridad en las agendas de todas las personas implicadas en la consecución de un mundo mejor», pide.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) promueve la Jornada Mundial de la Alimentación, este año sobre el tema «El derecho a la alimentación».
Por su parte, la Jornada Mundial del Rechazo de la Miseria llega al vigésimo año de su institución por obra del padre Joseph Wresinski (1917- 1988), fundador del movimiento «ATD Cuarto Mundo».
El 17 de octubre de 1987 colocó en el atrio del Trocadero, en París, una lápida «por las víctimas de la miseria». La iniciativa fue asumida por las Naciones Unidas en 1992.
El miércoles, durante la audiencia general, el Papa dirigirá un mensaje de participación en la Jornada.