La demanda en contra del arzobispo primado de México había sido interpuesta en su contra por presunto delito de «conspiración a la pederastia».
El juez Eliu M. Berle afirmó que estudió a fondo el caso; contempló detalladamente las solicitudes que interpuso la parte acusadora y finalmente dijo que no había ningún elemento para que el caso se ventilara en una corte de los Estados Unidos.
Frente a esta decisión, el juez consideró que este asunto es de absoluta competencia de la justicia mexicana.