El padre Umberto Betti nació en Pieve di S. Stefano, en la provincia de Arezzo, Italia, el 7 de marzo de 1922. Obtuvo el doctorado en Teología en 1951 en el Ateneo Pontificio «Antonianum» e hizo un curso de especialización en la Universidad Católica de Lovaina.
Profesor de Teología Dogmática Fundamental en el mismo «Antonianum» desde 1954, fue decano de la Facultad Teológica de 1966 a 1969 y rector magnífico de 1975 a 1978.
Participó en el Concilio Vaticano II, como consultor de la Comisión Teológica Preparatoria y luego como perito del Concilio y teólogo del arzobispo de Florencia, monseñor Ermenegildo Florit.
Desde 1964, es calificador de la Sagrada Congregación Suprema del Santo Oficio y luego consultor de la Congregación para la Doctrina de la fe. De 1991 a 1995 fue rector de la Universidad Pontificia Lateranense.
Es académico ordinario de la Academia Pontificia Teológica Romana, miembro de la Comisión «Fe y Constitución» del Consejo Mundial de las Iglesias. En 1995, Juan Pablo II le otorgó la Cruz «Pro Ecclesia et Pontífice». Colaboró también en la elaboración de las dos constituciones dogmáticas «Lumen gentium» y «Dei verbum».
Ha escrito numerosos libros en italiano, entre ellos «Summa de sacramentis Totus homo» (1955), «La Constitución dogmática “Pastor aeternus”», del Concilio Vaticano II (1961), «La doctrina sobre el episcopado del Concilio Vaticano II» (1984) y «La doctrina del Concilio Vaticano II sobre la transmisión de la Revelación».