En Chipre, explicó Riccardi, hay una gran Iglesia ortodoxa. «Esta isla representa una frontera que puede convertirse en un puente de diálogo y de paz».
A continuación tomó la palabra el arzobispo de la isla, Chrysostomos II para explicar que «en Chipre «tenemos relaciones de amistad con nuestros vecinos, tanto musulmanes como judíos».
El arzobispo concluyó desando que el «espíritu de Asís», que comenzó Juan Pablo II en 1986 con el primer encuentro de estas características, y el «espíritu de Nápoles», donde ha participado Benedicto XVI, se vea reforzado por el «espíritu de Chipre».
Es necesario, dijo, para que este siglo «nos vea unidos junto a los demás, a pesar de las diferencias».
En el encuentro de Nápoles han participado 315 jefes religiosos y personalidades de diferentes religiones. Ha sido cubierto por unos 600 periodistas acreditados de 200 medios de comunicación.