ROMA, domingo, 28 octubre 2007 (ZENIT.org–Veritas).- El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, destacó durante el brindis de la cena ofrecida en la noche del sábado por la Embajada de España en Roma la «expresión de nobleza» y la «muestra de reconciliación» que ha supuesto la beatificación de 498 mártires españoles del siglo XX.
Moratinos recordó las palabras de Juan Pablo II «no hay paz sin justicia y no hay justicia sin perdón». «El perdón. Qué mayor expresión de nobleza, qué mayor muestra de reconciliación», afirmó.
Durante su brindis, Moratinos explicó que se trata de una «solemne beatificación que se prepara desde hace años» y ofreció tres razones fundamentales de su importancia.
«Es la primera vez que diversas causas han sido coordinadas por la Oficina para las Causas de los Santos de la CEE –aclaró–; todas las diócesis españolas participan en esta celebración y nunca hasta ahora había sido beatificadas tantas personas en una misma ceremonia».
El ministro de Asuntos Exteriores recordó las palabras de la Conferencia Episcopal Española (CEE): «no va contra nada, ni contra nadie» y destacó la importancia de la celebración, «no sólo para la comunidad de fieles, sino para la sociedad española en su conjunto».
A la cena asistieron alrededor de medio centenar de personas, entre las que se encontraban los cardenales Jean Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso; Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, y Dario Castrillón Hoyos, presidente de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei.
También asistieron el cardenal Bernard Law, arzobispo emérito de Boston y patriarca de la Basílica de Santa María La Mayor; y el cardenal español Julián Herranz, presidente emérito del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos.
Entre los prelados españoles asistieron el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid; el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo; el cardenal Carlos Amigo, arzobispo de Sevilla y el cardenal Ricard María Carles, arzobispo emérito de Barcelona.
