ROMA, jueves, 25 octubre 2007 (ZENIT.org).- Actualmente se advierte, por un lado, un gran fermento en torno a los Padres de la Iglesia, pero también se percibe la urgencia de salvar el desnivel entre la Patrística y el desarrollo de la Teología.
Lo afirma el padre Robert Dodaro, OSA, director del Instituto Patrístico Augustinianum --dependiente de la Universidad Pontificia Lateranense-- en esta entrevista concedida a Zenit.
El curso del Instituto Patrístico empezó el 8 de octubre; cuarenta docentes y doscientos estudiantes están dedicados a la investigación, estudio, lectura, traducción al griego, latín, copto y sirio. En el Instituto se estudia también Paleografía griega y latina, Epigrafía e Iconología, entre otras disciplinas.
El año académico se inauguró el pasado día 19, con una mesa redonda sobre la celebración de los 1.600 años de la muerte de San Juan Crisóstomo.
--¿Cuáles son las dificultades que limitan el acceso de los estudiantes al Augustinianum?
--Robert Dodaro: El mayor problema está en el insuficiente conocimiento de latín y griego y la escasa familiaridad con los estudios clásicos. Para preparar a los alumnos a afrontar los textos de los Padres en las lenguas originales, iniciamos hace tres años un curso propedéutico intensivo de latín y griego.
Este año hay también cursos auxiliares sobre Historia Romana Antigua, Literatura Clásica, Filosofía Antigua. Como se puede entender, estas materias no se estudian adecuadamente en los institutos [de bachillerato. Ndt] y universidades. Por lo tanto el bajo nivel de los estudios clásicos es para nosotros el reto mayor.
--¿Cuál es su pensamiento sobre la relación entre Patrística y Teología Moderna?
--Robert Dodaro: En el Concilio Vaticano II se decidió que la puesta al día de la Teología y praxis de la Iglesia exigía una vuelta al patrimonio sapiencial de los Padres de la Iglesia. Por este motivo, el siervo de Dios Pablo VI quiso un Instituto de Estudios Patrísticos en Roma. Pero la Teología hoy parece que ha emprendido otro camino distinto de la puerta cada vez más lejana de la tradición y, por lo tanto, mientras los patrólogos investigamos el contexto histórico de la Teología de los Padres, la Teología actual se aleja de los orígenes. Es necesario que la Iglesia afronte hoy la cuestión de la relación entre Patrística y Teología Dogmática.
--¿Quizá los Padres están demasiado lejanos en el tiempo?
--Robert Dodaro: No, los Padres tienen una gran actualidad. Hay una bellísima espiritualidad, una actualidad litúrgica y teológica. La gente corriente está fascinada por ella, y los libros de Patrística, aunque traducidos, tienen éxito de ventas. Hay un vivo interés. El problema está en los teólogos que no están convencidos de lo actual que es la enseñanza de los Padres.
--Le confirmo que, entre los lectores, hay interés en los orígenes de la Iglesia y en especial en la Patrística, aunque muchas obras al respecto son académicas y poco divulgativas. El reto es tal vez, manteniendo un elevado nivel académico, hacer asequible el contenido de los Padres...
--Robert Dodaro: Es otro de los desafíos a los que estamos tratando de responder. El problema es cómo poder ofrecer al pueblo católico el tesoro de la Teología y Espiritualidad patrística. Desde este punto de vista, me siento orgulloso cuando veo a muchos de nuestros ex alumnos que se dedican a hacer traducciones, incluso tras haber obtenido la licenciatura y el doctorado.
Estos alumnos y ex alumnos trabajan junto a las casas editoras más conocidas para este tipo de obras. Además, estoy sorprendido por la eclosión de estudios patrísticos que se está dando en Italia. Este país hoy está en la vanguardia en la investigación, en el estudio y en la difusión de los autores patrísticos, y esto no sólo es porque se encuentra aquí [en Roma] el Instituto Patrístico, sino también porque hay un difundido interés en las universidades estatales, en las que tenemos amigos y colaboradores.
Por ejemplo, en Italia, la editorial “Città Nuova” publica una colección de libros patrísticos, algo que no existe en todos los países de Occidente, aunque esta sensibilidad se está difundiendo en el mundo. Algunos de nuestros ex alumnos se están dedicando a traducir los textos patrísticos incluso en Corea. Creo que la difusión de estas obras puede ayudar a las Iglesias locales a responder también a las exigencias pastorales.
Desde este punto de vista, necesitamos textos traducidos en las diversas lenguas para poder estudiar y profundizar en el conocimiento de los Padres. Luego hacen falta cursos en los distintos institutos de Espiritualidad y Teología. Por ello los obispos deben atreverse a que los seminaristas y jóvenes sacerdotes estudien a los Padres de la Iglesia.
--Si tuviera que convencer a un joven para que estudiara Patrística, ¿qué argumentos usaría?
--Robert Dodaro: Hablaría de San Agustín. Pero aparte de este ejemplo, diría: toma los diez mayores problemas y más difíciles de la Iglesia de hoy, elige los que quieras y luego prueba a confrontarlos con los que desarrollaron los Padres de la Iglesia. En la Patrística clásica encontraría las raíces y las respuestas de cualquier controversia que hoy debe afrontar la Iglesia. Ahí está la importancia de los Padres de la Iglesia.