Una nueva basílica atenderá en Cancún a millones de turistas

Dedicada a Santa María del Mar, ofrecerá la liturgia en seis idiomas

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CANCÚN, sábado, 27 enero 2008 (ZENIT.org).- El nuncio apostólico en México, el arzobispo Christophe Pierre, bendijo el pasado día 23 de enero en Cancún, México, el terreno donde se construirá la Basílica de Santa María del Mar y de la Santa Cruz. Lo acompañaba el obispo Pedro Pablo Elizondo, titular de la Prelatura Cancún-Chetumal.

La nueva basílica, con un terreno de diez mil metros cuadrados, se situará en el principal destino turístico de México y a la bendición asistieron autoridades estatales, municipales, empresarios y la comunidad cancunense.

La iglesia, incluida en un recinto con otros servicios, en el estado mexicano de Quintana Roo, en la costa caribeña, está pensada para la población local y unos tres millones de potenciales visitantes, y ofrecerá el servicio litúrgico en seis idiomas, incluido el maya.

A lo largo de treinta y siete años de promoción turística, Cancún ha tenido un enorme crecimiento, siendo hoy la ciudad con mayor número de habitaciones de hotel en México.

El nuncio, según informa el diario local «Novedades» subrayó que «Dios nos ha creado para abrirnos a algo que no tiene límites» y celebró la puesta en marcha de este gran proyecto a la orilla del mar, porque a las infraestructuras turísticas existentes hasta hoy, les faltaba algo. Subrayó la importancia de que el hombre no se olvide de Dios y explicó que el acto de la bendición es ofrecer a Dios lo que nos ha dado.

Monseñor Elizondo, legionario de Cristo, explicó que el proyecto de la basílica atraerá a muchos turistas también porque pretende rescatar la historia y las tradiciones del país.

Anunció que este proyecto quiere ser expresión del momento histórico del encuentro de dos grandes civilizaciones y de la llegada de la evangelización a tierras mexicanas, que fue precisamente en el estado de Quintana Roo. La iglesia destacará los símbolos de la evangelización mexicana con una cruz y una imagen de la Virgen, de ahí su nombre.

«La idea es que sea como un parque, pero con iglesia», dijo monseñor Elizondo, revelando que para la construcción de la nueva basílica se convocará un concurso internacional.

Informó de que la obra costará cerca de 90 millones de pesos (unos 8 millones de dólares), y podría comenzar a recibir visitantes y fieles en dos años, pero estará terminada en cinco años.

Según los cálculos, podrán asistir unas tres mil personas simultáneamente, la mitad bajo la estructura, y otra en una explanada con vista directa a la laguna.

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ZENIT Staff

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