CIUDA DEL VATICANO, martes, 5 febrero 2008 (ZENIT.org).- Los atentados terroristas cometidos en Irak utilizando a mujeres con discapacidad mental han conmocionado a Benedicto XVI.
Él mismo lo confesó el domingo pasado, tras rezar el Ángelus con estas palabras: «La maldad, con su carga de dolor, parece que no conoce límites en Irak, como nos lo demuestran las tristes noticias de estos días».
«Elevo de nuevo mi voz en favor de esa población tan duramente probada y para ella invoco la paz de Dios», añadió.
En ese mismo día, «L’Osservatore Romano», diario de la Santa Sede, abría su portada con un artículo que llevaba por título: «Cada vez son más inhumanas las opciones del terrorismo».
«La masacre en los dos mercados de Bagdad (99 muertos y 208 heridos) fue provocada por dos muchachas discapacitadas a quienes los rebeldes llenaron de explosivos para hacerles estallar con un teléfono», informa.