CIUDAD DEL VATICANO, domingo 9 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).- Con motivo de la celebración hoy en Italia de la Jornada de Acción de Gracias, Benedicto XVI ha hecho un llamamiento para que todos puedan gozar del derecho “a una alimentación sana y adecuada”.
Así lo auguró este domingo al terminar la oración mariana del Ángelus, junto a los miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de san Pedro.
La Jornada es una ocasión anual en la que se invita a las comunidades cristianas a dar gracias al Señor por los dones de la Creación y a reflejar sobre la situación mundial, a menudo marcada por injusticias y desigualdades que ponen en peligro la supervivencia de millones de seres humanos.
El tema de la Jornada de este año es: “Tuve hambre y me disteis de comer”.
“Uno mi voz a la de los obispos italianos, que a partir de estas palabras de Jesús, llaman la atención sobre el grave y complejo tema del hambre, más dramático aún por el aumento de los precios de algunos alimentos básicos”, afirmó el Pontífice.
“La Iglesia, mientras vuelve a proponer el principio ético fundamental del destino universal de los bienes, lo pone en práctica, a ejemplo del Señor Jesús, con múltiples iniciativas de compartir”, añadió.
El Papa ha asegurado sus oraciones “por el mundo rural, especialmente por los pequeños cultivadores de los países en vías de desarrollo”.
“Animo y bendigo a cuantos trabajan para que a nadie le falte una alimentación sana y adecuada: quien socorre al pobre socorre al mismo Cristo”, concluyó.