KIRKUK, martes 7 de abril de 2009 (ZENIT.org).- Cinco cristianos han sido asesinados en varias ciudades iraquíes en las últimas dos semanas. Así lo ha confirmado el arzobispo de Kirkuk, monseñor Louis Sako, este lunes a la agencia italiana Asianews.

La primera víctima, un anciano de 71 años, fue asesinado por unos desconocidos que asaltaron su casa para robar, en Kirkuk. El resto de las víctimas son dos hermanas de mediana edad y el propietario de un restaurante en Bagdad, y un mecánico electricista asesinado a tiros en su despacho de Mosul.

Pero la mayor preocupación en estos momentos, explica monseñor Sako, es que la retirada de las tropas americanas cree un vacío de seguridad que conduzca al país a una guerra civil.

"Aún no se ha visto una verdadera reconciliación entre los diversos grupos étnicos y religiosos. El ejército y la policía no son capaces aún de mantener el orden y la seguridad en el país", explica el prelado, quien teme que en estas circunstancias, la retirada anunciada de las tropas americanas provoque una desestabilización aún mayor.

"En esta Semana Santa, oremos por la paz y la estabilidad de Iraq, y para que la sangre de los mártires pueda volver a traer la paz. Cristo crucificado y resucitado nos pide perseverar y mantener nuestra presencia y testimonio", añade monseñor Sako.

Según revela esta agencia, fuentes eclesiásticas en el país ya habían advertido hace días que los cristianos seguían en el punto de mira de "organizaciones criminales", que antes se amparaban en Al Qaida para cometer sus ataques contra los cristianos, básicamente para robarles sus bienes.

Para monseñor Sako, el problema es que esta violencia sigue empujando a los cristianos a huir del país, "en un éxodo que parece no terminar nunca", lo cual aumenta aún más la inseguridad de los que deciden quedarse.